La jueza Carmen Rodríguez-Medel Nieto, del juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, ha visto indicios delictivos en el máster de Derecho Público de Pablo Casado y ha pedido al Tribunal Supremo que lo investigue dado que está aforado al ver acreditados indicios de que podría formar parte del “grupo escogido de alumnos” a los que el Instituto de Derecho Público de la Universidad Rey Juan Carlos habría regalado el título.

La reacción del presidente del PP, además de insinuar una presunta conspiración contra él, ha sido refugiarse en que ha dado “cumplidas explicaciones” y ha aportado suficiente documentación para demostrar que cursó el controvertido máster de Derecho Público, la instructora del caso considera que debe comparecer ante la Justicia para aportar pruebas y demostrarlo.

Reclama su ordenador portatil

En la exposición razonada que ha elevado a la sala segunda del Tribunal Supremo reclama que se practiquen una serie de diligencias que no ha podido realizar, precisamente debido a su aforamiento. Entre ellas, oírle como investigado y pedirle toda la documentación que conserva del máster y el ordenador portátil en el que habría encontrado los trabajos que presentó ante los medios de comunicación para defender la legitimidad de su título. La magistrada se apoya en sus declaraciones del 10 de abril de 2018 para subrayar que, según dijo Casado, todavía lo conserva y que la policía judicial podrá determinar “la antigüedad de los documentos informáticos archivados como tales trabajos y si han sufrido modificaciones a partir del 20 de marzo de 2018”.

Contradicciones en sus entrevistas

Las intervenciones públicas de Pablo Casado para defenderse después de que estallara el caso Máster, lejos de alejar las sospechas sobre él, han servido a la jueza para argumentar su exposición. “El sr. C. [Pablo Casado] ha reconocido en sus explicaciones públicas que no fue a clase” mientras que en el folleto que también dijo que conservaba, “consta con claridad, en el apartado denominado ficha técnica, que la modalidad era presencial”, explica la jueza.

La instructora incluye varias entrevistas protagonizadas por Casado y destaca cómo, en una de ellas, el líder del PP dijo quee "era coherente con la oferta pública que se hacía de ese postgrado" cuando “la mera lectura del folleto”, que él tenía, dejaba claro que era presencial.

Otro punto que cuestiona de sus declaraciones públicas, se presenta como un “estudiante anónimo, veinteañero o que era muy poco” cuando en aquel momento “ya era diputado en la Asamblea de Madrid y presidente de Nuevas Generaciones del PP, partido que ostentaba la Presidencia de la Comunidad de Madrid en esos momentos”.

Añade que en una entrevista en la SER el pasado 9 de abril reconoció haber entregado los trabajos “en mano, a puerta fría (literalmente) en el Instituto de Derecho Público”. “Parece sorprendente que, no acudiendo nunca a clase, así lo hiciera, de modo que -por pura lógica- no haya hoy día prueba documental que evidencia su remisión en aquel año académico, a diferencia de lo que ocurre con muchos alumnos que sí acudían a clase y, sin embargo, entregaban por mail los trabajos”, cuestiona Rodríguez-Medel Nieto.