El avance en materia de cuidados es una de las piedras angulares de la parte minoritaria del Gobierno, tanto en lo laboral como en lo asistencial. El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, liderado por Pablo Bustinduy, sigue trabajando en este cometido y ha llevado este martes una nueva estrategia estatal al Consejo de Ministros, que ha dado luz verde a la iniciativa. “Hacia un nuevo modelo de cuidados en la comunidad: un proceso de desinstitucionalización” es el título de la política, que buscará mejorar la dignidad tanto de quien requiere los cuidados como de quien los presta.
Desde la cartera de Bustinduy consideran que la nueva estrategia es “muy potente” y dará a pie a transformar el nuevo modelo de residencias, potenciando los cuidados a domicilio, la teleasistencia, los centros de día, los modelos residenciales comunitarios y huyendo de las macrorresidencias que despersonalizan la atención. Asimismo, la otra gran pata de la estrategia es la mejora de condiciones laborales y salariales de las trabajadoras del sector de los cuidados, en su gran mayoría mujeres y especialmente damnificadas por las dinámicas precarias del mercado laboral.
“Presentamos el inicio de una revolución en el modelo de cuidados en España, que se apoya sobre una premisa muy clara: el futuro no pasa por construir más macrorresidencias, sino por poner los recursos necesarios para que la gente pueda vivir en su casa, en su barrio, en su pueblo, con sus seres queridos, todo el tiempo que desee”, ha presentado Bustinduy. Más del 90% personas quieren envejecer en sus hogares y esta estrategia busca dar cumplimiento a este dese con un modelo de cuidados personalizados y de proximidad.
La realidad demográfica debe ser atendida. La esperanza de vida es cada vez mayor y las familias tienen una composición muy distinta a la de hace varias décadas, tendiendo a reducirse debido a la negativa o incapacidad económica de tener hijo. En consecuencia, las necesidades de apoyo y cuidados aumentarán y es de vital importancia un sistema que de respuesta a esta situación. “El cambio de modelo de cuidados tiene tres patas: el horizonte, la financiación y el trabajo de quienes cuidan”, ha explicado el ministro.
Para todo este cometido, la estrategia cuenta con una dotación presupuestaria inicial de 1.323 millones de euros, procedentes del fondo social europeo plus y de los fondos de recuperación y comprometidos en una serie de actuaciones hasta 2027. El papel de las comunidades autónomas será esencial, dado que tienen delegada gran parte de las competencias al respecto. No obstante, Bustinduy se muestra tranquilo de cara al trabajo conjunto, dado que han participado en la elaboración de la estrategia, de igual manera que organizaciones y expertos.
¿Cuándo llegarán los cambios?
Esta "hoja de ruta" aprobada por el Ejecutivo se implementará a través de tres planes operativos, en los que se concretarán los objetivos, las líneas de actuación y medidas a poner en marcha por la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas en los períodos. El primero tendrá lugar entre 2024-2025, el segundo entre 2026-2027 y el tercero entre 2028-2030. No obstante, en primer lugar será necesario aprobar la estrategia y, posteriormente, se publicará el primer plan.
Esto se hará a través de una consulta en la que los Ministerios y comunidades autónomas programan las medidas a ejecutar en el primer año de implementación de la Estrategia. A partir de 2025, cada plan se irá actualizando a través del seguimiento de la Estrategia. Durante el primer trimestre de cada año se realizará simultáneamente un ejercicio de seguimiento basado en el reporte de ejecución sobre lo planificado en el año vencido y la planificación de medidas previstas a implementar en el año en curso.
¿A quién beneficiará principalmente?
La estrategia se dirige fundamentalmente a las personas con necesidades de apoyo y cuidados, especialmente personas con discapacidad, personas mayores en situación de dependencia, niños, niñas, adolescentes en el sistema de protección, y jóvenes que han pasado por el mismo, y a las personas sin hogar. También está pensada para apoyar a las familias de estas personas, así como a las trabajadoras del sector de los cuidados y apoyos, mayoritariamente mujeres.
Asimismo, las líneas de actuación también son de utilidad para otros grupos de población que necesitan apoyos en su vida diaria, o en circunstancias concretas, y que los reciben en instituciones. Un grupo concreto es el de las mujeres víctimas de violencia de género, pero también otros mujeres, niños y niñas víctimas de violencias sexuales, las personas con problemas de salud mental o las demandantes de protección internacional, entre otras muchas.