El Gobierno ha cambiado el tono que usase ayer el PSOE con la declaración de Arnaldo Otegi, lamentando el dolor de las víctimas de ETA y su repudio a la violencia en nombre de la izquierda abertzale. Este martes, tras el Consejo de Ministros, la encargada de trasladar la posición oficial era la portavoz y ministra de Administraciones Públicas, Isabel Rodríguez, quien tachaba de “insuficiente” el paso y exigía al líder vasco “pedir perdón”. Sin embargo, el Ejecutivo pedía al PP “respeto” para Bildu, tras el anuncio de los populares de una PNL para exigir que no se pueda negociar los Presupuestos con los abertzales sin una condena más explícita de la violencia. Una iniciativa que Rodríguez ha calificado como “un flaco favor a la Memoria” por parte del PP.

La portavoz del Gobierno ha arrancado la rueda de prensa mostrando su “respeto y recuerdo” a las víctimas de ETA y pidiendo no olvidar “nunca el dolor que se causó y que sigue presente”. De sus palabras para “celebrar que la democracia derrotó a ETA” con el apoyo de “jueces, policías, periodistas; de la sociedad en conjunto”, Rodríguez ha pasado a la crítica a Otegi y a su “paso insuficiente”. “Deberían pedir perdón y pasar de la palabra a los hechos, y condenar los homenajes a los etarras”, ha dicho la portavoz del Gobierno, quien ha subrayado que los conocidos como ongi etorri “revictimizan a las víctimas y recuerdan el dolor a la sociedad española”. Una petición que ya anticipaba esta mañana el delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, y que ha servido de anticipo a las críticas en la rueda de prensa del Consejo de Ministros.

Una dureza que contrasta con las palabras de Patxi López este lunes tras la primera reunión de la nueva Ejecutiva federal del PSOE. El exhlehendakari y secretario de política federal del PSOE valoró positivamente el gesto que la izquierda abertzale daba por primera vez: “Cuando uno sabe lo que cuesta dar un paso en ese mundo, lo valora. Llevábamos años reclamándolo. Sabemos lo que cuesta que se den avances, es un mundo complicado, lento”. Y este mismo martes, el flamante portavoz parlamentario del PSOE, Hector Gómez, coincidía con López en valorar el comunicado de Otegi y criticar al PP por estar “en el odio y en la confrontación”. 

No obstante, Gómez ha servido de transición en el giro, porque no ha entrado en detalles positivos sobre el gesto y ni siquiera ha mencionado a Bildu expresamente en su rueda de prensa tras la Jutna de Portavoces. Lo que sí ha hecho es defender que los Presupuestos se negociarán con todas las formaciones porque el PSOE tiene “la obligación” de impulsar leyes y cree en la democracia, el diálogo y la política.

Un discurso que ha ocupado buena parte del argumentario de la portavoz del Gobierno, que también ha insistido en que “hay que tener respeto absoluto” por todas las representaciones parlamentarias, por lo que no ha cerrado la puerta a negociar los Presupuestos con Bildu. “En aquellos años”, durante la existencia de ETA, “exigíamos que las posiciones se defendiesen con las palabras y no con las armas”, ha insistido Rodríguez. De la misma forma que ha criticado con dureza la idea del PP de presentar una PNL que impida llegar a acuerdos con partidos que no condenen la violencia: “Flaco favor a la memoria hace el PP con este tipo de declaraciones”, ha dicho la portavoz, quien cree que “hay personas que no quieren que celebremos que derrotemos a la banda terrorista”. 

Renovación del CGPJ

La separación de discursos entre PSOE y Gobierno también ha servido al Ejecutivo para argumentar sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Desde Moncloa rechazan ceder ante las pretensiones del PP de reformar el sistema de elección de vocales. Ni antes de renovar el Poder Judicial, ni con un compromiso de hacerlo a posteriori, ni aunque el gesto pudiese servir para dar al PP una puerta trasera para justificar una cesión y un pacto con el Gobierno. Fuentes de Moncloa insisten en que lo único que existe es la obligación constitucional de renovar las instituciones, mientras que la renovación del mecanismo es solo una propuesta parlamentaria, del PP, que además acaba de ser derrotada hace dos semanas en el Congreso.

En ese sentido, el discurso no cambia después del pacto con el Partido Popular para renovar los órganos restantes: Agencia Española de Protección de Datos, Tribunal de Cuentas, Tribunal Constitucional y Defensor del Pueblo. En el Gobierno creen que el PP no se esperaba que aceptasen su propuesta de renovar solo algunos órganos y ahora quieren aprovechar ese supuesto desconcierto para presionar sobre la renovación del CGPJ. Por ello, se desligan del cambio del sistema de elección y lo vinculan a que sea una decisión de las Cortes, es decir, del poder Legislativo y no del Ejecutivo. Y, de hecho, las mismas fuentes subrayan que, pese al mensaje que traslada el PP, los vocales del CGPJ no los eligen los políticos, sino el Congreso de una lista propuesta por los propios jueces.