El Gobierno de Pedro Sánchez tiene dos semanas de plazo para articular una mayoría cualificada en el Congreso y aprobar sus Presupuestos 2022. El presidente aspira a engrasar los vínculos con el bloque de la investidura, prestando especial atención a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y PNV, sus dos socios prioritarios. El líder del PP, Pablo Casado, no quiere tener nada que ver con los independentistas republicanos; pero es perfectamente consciente de que los nacionalistas vascos constituyen un elemento fundamental no solo para dificultar la gobernabilidad al PSOE, sino para propiciar la suya en un futuro. En consecuencia, Casado parece decidido a minar la relación de los socialistas con el PNV para obstaculizar la aprobación de los PGE y sentar las bases para una futura próspera colaboración.

¿Cómo? Utilizando a ETA y a EH Bildu. En la víspera del décimo aniversario del fin de la banda terrorista, el coordinador general de EH BilduArnaldo Otegi, compareció junto al secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, para realizar una solemne declaración en la que, por primera vez, pidió perdón a las víctimas. Otegi reconoció la violencia de ETA y admitió que “nunca debió haberse producido”. Su gesto fue bien recibido en un primer momento por el PSOE. El socialista Patxi López se apresuró a celebrar que “por primera vez la izquierda abertzale reconoce que la violencia fue un error que nunca debió haberse producido”. Según el exlehendakari, que compareció desde Ferraz, la declaración de Otegi constituyó “una especie de enmienda”; por lo que “valoramos que reconozcan ese sufrimiento”. Sin embargo, algo cambió en la formación socialista.

El PP pretende utilizar la descarnada lucha electoral entre las formaciones vascas para, blandiendo las palabras de Otegi, mermar la relación del PSOE con el PNV

El festejo inicial fue sustituido por un argumentario mucho más duro. La ministra portavoz censuró que “este es un paso insuficiente” y además “deberían pedir perdón” y “pasar de la palabra a los hechos”. De esta manera, el Gobierno adoptaba un discurso alineado con el PNV. Los nacionalistas vascos publicaron un comunicado denunciando que el paso de Otegi fue “corto e insuficiente”, al tiempo que lamentaron que la izquierda abertzale no reconozca como “injusto” el daño causado por ETA.

Cuestión de Presupuestos y elecciones 2023

A fin y efecto de retratar a los socialistas, tal y como avanzó la portavoz parlamentaria Cuca Gamarra (PP), Génova difundió una propuesta de declaración institucional con motivo del décimo aniversario del fin de ETA. Para aprobar las declaraciones institucionales se requiere unanimidad en cualquiera de las dos Cámaras. El PSOE llegó a elaborar un borrador para el Senado y el PP añadió algunas puntualizaciones. Sin embargo, los socialistas recularon y, a modo de presión, los de Casado hicieron pública su propuesta para la Cámara Alta. En su borrador, el PP planteaba que el Congreso honre la memoria de todas las víctimas de ETA, incluyendo a amenazados y extorsionados, y que condene la actividad de la banda, reafirmando que "el terrorismo de ETA nunca tuvo ninguna justificación" y proclamando "la "superioridad del Estado de Derecho sobre la barbarie".

El Gobierno de Sánchez mantiene sendas vías de conversación con PNV y EH Bildu en el marco de la aprobación de los PGE. El PP pretende utilizar la descarnada lucha electoral entre las formaciones vascas para, blandiendo las palabras de Otegi, mermar la relación del PSOE con el PNV. El objetivo no es solo enfrentarlos para dificultar las negociaciones, sino de cara a 2023.

Las últimas encuestas recogen un repunte de Casado y, en algunos casos, incluso le otorgan mayoría absoluta si suma junto a Vox. Se podría dar el caso de que el PP ganara las elecciones pero no sumara mayoría con Santiago Abascal y su lista de potenciales socios es muy limitada; siendo el PNV su única baza.