Aplausos, abrazos y sonrisas: el PP escenificó este fin de semana en su Congreso Nacional un respaldo sin fisuras a Carlos Mazón, el president valenciano que se negó a dimitir tras su polémica gestión de la DANA. Las imágenes del cónclave, con Mazón arropado por Alberto Núñez Feijóo y el recién nombrado secretario general del partido, Miguel Tellado, desataron la indignación de la oposición y de una ciudadanía que sigue reclamando justicia para las víctimas de la catástrofe. En redes sociales, las instantáneas fueron bautizadas como “las fotos de la vergüenza”, símbolo de lo que muchos consideran un desprecio a quienes aún sufren las consecuencias de aquella tragedia.

El Congreso, celebrado en IFEMA, fue concebido como el gran acto de reafirmación de Feijóo, que revalidó su liderazgo con un 99,24 % de los votos, y de unidad en torno a la dirección nacional del partido. Pero el protagonismo de Mazón, recibido entre ovaciones y vítores, eclipsó incluso los mensajes de renovación y ofensiva contra el Gobierno de Pedro Sánchez. El momento más comentado: el largo abrazo entre Mazón y Tellado, un gesto que se interpretó como el aval definitivo del aparato de Génova a un dirigente señalado por su ausencia en los momentos más dramáticos de la DANA, cuando compartía mesa en el polémico restaurante El Ventorro.

La izquierda, indignada: “Inmoralidad” y “miseria moral”

El baño de multitudes de Mazón provocó una oleada de reacciones desde la oposición. El PSOE de la Comunidad Valenciana, a través de un mensaje en redes sociales, criticó con dureza el espectáculo. “El PP aplaude a Mazón. El PP da cobijo a Mazón. Y Mazón sonríe. ¿Qué pensarán las víctimas de la DANA de estos aplausos? Cuanta inmoralidad y cuanto desprecio hacia ellas. El PP se ha convertido en cómplice”, escribieron los socialistas en redes sociales.

Mismo tono que ha usado Compromís para censurar esas imágenes. “Lo que hemos visto este fin de semana nos habla de la miseria moral del PP. Aplaudiendo y riéndole las gracias a alguien como Carlos Mazón, que ha demostrado su ineptitud y negligencia, el PP de Núñez Feijóo ha dado la espalda a las 229 víctimas mortales de la DANA. Esto deja bien claro que el problema no es Mazón, es el PP”, subrayan fuentes de Compromís a ElPlural.com.

El abrazo que sella el blindaje

En el corazón del Congreso, las cámaras no solo captaron un gesto de camaradería: lo que se vio fue un contundente acto político. Mazón y Tellado se fundieron en un abrazo extenso, en medio de aplausos que resonaron en el pabellón, creando una imagen emblemática y cuidadosamente coreografiada por Génova. Más que un saludo afectuoso, fue la exhibición de un blindaje institucional hacia el dirigente valenciano, convertido ya en pieza estratégica dentro del engranaje autonómico y nacional del partido.

Ese abrazo representa el aval personal y político de Miguel Tellado —nuevo número dos del PP y mano derecha de Feijóo— a Mazón, quien lleva meses en la diana de la oposición por su gestión de la DANA. Fue un mensaje explícito: pese a las críticas internas y externas, el partido sostiene su liderazgo. Precisamente en un Congreso plagado de consignas contra la corrupción del PSOE y llamado a la limpieza ética, el gesto subraya la coherencia del PP al exigir responsabilidades en Madrid mientras protege a un dirigente cuestionado en València.

Dos años de Mazón y el debate sobre su sueldo vitalicio

El calendario añade más ingredientes al malestar. El próximo 13 de julio, Carlos Mazón cumplirá dos años al frente de la Generalitat Valenciana, lo que activa un umbral legal clave. Según el artículo 4.1 de la Ley 6/2002, si un presidente encabeza la Generalitat al menos dos años —incluso sin completar una legislatura completa— obtiene el derecho a percibir un sueldo anual de aproximadamente 75.000 euros durante dos años como miembro nato del Consell Jurídic Consultiu, con coche oficial, oficina, dos asesores y personal eventual.

Más aún, si completara una legislatura completa (hasta 2027), se haría acreedor a una retribución durante 15 años, con una cuantía superior (cercana a los 100.000 € anuales además de coche, escolta y despacho). Este escenario ha levantado suspicacias, con la oposición señalando que esas condiciones pueden explicar en buena parte la negativa de Mazón a dimitir tras la gestión de la DANA.

Desde Compromís, Joan Baldoví ha criticado la “codicia institucional” que subyace detrás de esta prerrogativa y ha avanzado una propuesta para modificar el estatuto y evitar que Mazón —y quienes vengan después— puedan percibir esos 75.000€ anuales durante 15 añoses decir, abandonar ese privilegio vitalicio, incluyendo la eliminación de asesores y coche oficial.

Unidad interna frente al coste reputacional

Para el PP, la exaltación de Mazón parece responder a un cálculo estratégico. Pese al coste reputacional que supone su figura, Génova considera que el presidente valenciano es un activo valioso por su peso en el aparato autonómico y su capacidad para garantizar la estabilidad institucional en la Comunitat, donde gobierna con el apoyo de Vox. Un precio, dicen desde la dirección, que merece la pena pagar en un momento en el que el partido busca mostrar fuerza frente al Gobierno de Sánchez.

Pero la brecha entre la imagen que el PP quiso proyectar y el sentimiento de una parte importante de la ciudadanía es evidente. Las fotos de la vergüenza son ya, para muchos, el reflejo de un partido que ha decidido que la lealtad interna está por encima de cualquier otra consideración, incluso de la memoria de las 229 personas que murieron en la DANA.

Mientras tanto, las víctimas y sus familias siguen esperando explicaciones. Y en la calle, el clamor no se apaga: dimisión, justicia, dignidad. Las mismas palabras que no se escucharon este fin de semana entre las paredes de IFEMA.

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