Alberto Núñez Feijóo ha aprovechado la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados para incendiar el debate y mostrarse más duro que nunca: “Dicen que es usted el gran jefe, ya sabemos por qué. Ha lanzado una ofensiva contra jueces, políticos y medios de comunicación. Ha pasado de tener problemas con la verdad a tener problemas con los que la cuentan. No se veía una cosa así desde Franco”, ha indicado, comparando de esta forma las actuaciones de la actual coalición con las de la etapa más ominosa de la historia española.
“Sus casos de corrupción siguen vigentes. ¿Más allá de los fontaneros de Ferraz, le queda algo a usted además de su proyecto personal?”, ha proseguido el líder del PP. Una pregunta capciosa que el líder del Ejecutivo, no obstante, ha preferido obviar no entrando en un cuerpo a cuerpo histriónico y fuera de tono.
Sánchez, por su parte, que también ha tenido que enfrentarse a las preguntas de Santiago Abascal, líder de Vox, y Gabriel Rufián, de ERC, ha reclamado al líder de la oposición que “cambie el chip” y “abandone su posición avinagrada”. Dos peticiones que han venido precedidas de una serie de datos con los que demostrar que el rumbo de la economía española es positivo y sostenido en el tiempo.
Las mentiras de Feijóo
No contento con la estrambótica comparación con Francisco Franco, en la segunda intervención, y después de escuchar el primer turno de palabra del presidente del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo ha sentenciado que mientras el Gobierno se dedica, según él, a coartar la libertad de prensa -en referencia al plan de acción democrática-, ellos trabajan para asegurar la gratuidad de las escuelas infantiles.
Una aseveración que choca diametralmente con la realidad, dado que esta batalla, una de las más intensas de la última semana entre las regiones lideradas por el PP y el Gobierno, se ha reabierto después de que la Junta de Andalucía, liderada por PP, haya rechazado un montando de 112 millones de euros provenientes de fondos europeos para construir más guarderías públicas, incrementar sus plazas y garantizar su servicio. Todo, además, mientras sigue rebajando impuestos y pidiendo dinero al Estado para, según él, incrementar los servicios sociales.
La segunda de las cuestiones que el PP dice que está haciendo es la puesta en marcha de la Ley de la ELA, algo que Feijóo se ha adjudicado cuando el acuerdo ha sido transversal, con muchos partidos, con unidad en la Cámara Baja y hasta siete grupos parlamentarios en la ecuación (Sumar, PP, ERC, Junts, Bildu, PNV y el Grupo Mixto).