El PP ha incidido a lo largo de la semana en la “equidistancia” del Gobierno de España respecto del conflicto entre Israel y Palestina. Ahora, después de la “masacre” -en estos términos se ha pronunciado el ministro de Exteriores, José Manuel Albares y diferentes miembros gubernamentales desde el momento mismo del ataque-, los populares han censurado de forma abierta lo ocurrido, aunque lo han hecho a última hora de esta mañana. Antes, ninguna declaración o comentario fuera del ámbito privado.

"Más allá del debate de quién tiene la responsabilidad, que no es un debate irrelevante, nos unimos en la condena y pedimos que no se produzcan más víctimas inocentes", ha sostenido el eurodiputado Esteban González Pons. "Que los terroristas abandonen las armas, liberen a los secuestrados y que el Estado de Israel eviten más víctimas ejerciendo su derecho legítimo a la defensa y cumpliendo el derecho internacional", ha añadido.

Reunión del PP “tras el ataque terrorista de Hamás contra Israel”

El Partido Popular ha reunido durante la mañana a exministros y ministros en materia internacional “para analizar la situación y el papel que está desempeñando España tras el ataque terrorista de Hamás contra Israel”.

A la reunión han asistido el exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo; el ex exministro de Educación, Cultura y Deporte, además de exportavoz del Gobierno, Iñigo Méndez de Vigo; el secretario internacional del PP, Gabriel Mato; el secretario de Asuntos Exteriores del PP, José Herrera y José María Areilza, profesor universitario de Derecho Internacional y Alma Ezcurra, de la Fundación Reformismo21.

Gaza “no es un territorio ocupado”

El pasado lunes, el portavoz del PP, Borja Sémper, declaraba que Gaza “es un territorio autónomo”. “He oído hablar de que Gaza es un territorio ocupado. No es cierto, Gaza es un territorio autónomo”, señalaba en rueda de prensa desde la sede del partido, en Génova.De esta manera, el vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta obviaba las resoluciones de la ONU que van categóricamente en la otra dirección.

La primera vez que la Organización daba la razón con esta cuestión a Palestina fue a finales de la década de los 60, cuando una resolución del Consejo de Seguridad ordenaba la retirada del ejército israelí “de los territorios ocupados en el reciente conflicto”.Desde ese momento, hasta siete resoluciones de Naciones Unidas se refieren en sus textos al “territorio ocupado” de la Franja.

La primera se sitúa, precisamente, en 1967, pero en 1947 la primera resolución del conflicto ya ponía el acento en la división de Palestina en un estado judío y otro árabe; aunque la del 67 acentuaba cuestiones como el “reconocimiento de la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de cada Estado en el área”, así como su “derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas, libres de amenazas o actos de fuerza”.

A ella le respaldan la resolución 338 (1973), la 1397 (de 2002), la 1515 (de 2003), la 1850 (de 2008), la 1860 (de 2009) y la más reciente, la 2334 (de 2016).

Control de las exportaciones armamentísticas

Después de exigir Sumar al PSOE el reconocimiento de Palestina como estado para apoyar a Sánchez en su investidura -el Ejecutivo en funciones ha defendido el reconocimiento de Israel y Palestina-, la formación de Yolanda Díaz pide a Europa que deje de enviar armas a Israel. Para ello, el partido magenta se detiene en dos documentos: el Tratado sobre el Comercio de Armas y la Posición Común de la UE en la que quedan recogidas las normas comunes que han de obedecer los países miembros a la hora de enviar elementos de defensa y/o militares.

Concretamente, la izquierda a la izquierda de los socialistas se detiene en el artículo 6.3, mediante el cual un país de Los Veintisiete “no autorizará ninguna transferencia de armas convencionales si en el momento de la autorización tiene conocimiento de que podrían utilizarse para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad, infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 1949, ataques dirigidos contra bienes de carácter civil o personas civiles protegidas”.

Uno de los motivos que amparan la postura de Sumar pasa justamente por el “respeto de los derechos humanos en el país de destino final y el respeto del Derecho internacional humanitario por parte de dicho país”. En el PP, hoy nuevamente, continúan manteniendo el derecho a la "legítima defensa" de Israel.

“Los hechos deben esclarecerse”

Un día después del ataque que ha dejado cientos de muertos civiles en un centro hospitalario de Gaza, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, ha emplazado a “esclarecer” los hechos y ha reseñado que los responsable “deben rendir cuentas”.

En este sentido, hay que destacar que las afirmaciones son cruzadas en tanto en cuanto desde Palestina se apunta a Israel, y el país de Benjamin Netanyahu echa la culpa a la yihad islámica; algo que esta segunda ha negado.

“Un ataque contra infraestructura civil no está en línea con el derecho internacional”, ha estimado la responsable europea días más tarde de su viaje a Israel, cuando el alto representante, Josep Borrell, había estimado que el mismo supone una violación del derecho internacional.

Este segundo ha recordado en el día de hoy que “cortar el agua y los suministros básicos de una población no es compatible con el derecho de la guerra”,  subrayando que en los conductos bélicos tienen “reglas” y que Hamás ha “boicoteado” todos los esfuerzos por la paz.

“Condenar una tragedia no nos debería impedir condenar otra. Demostrar nuestra piedad por los muertos, víctimas de los ataques terroristas, no nos debería y no nos lo hace impedir el demostrar también nuestro sentimiento por otros muertos”, ha apostillado.

A ello, Von der Leyen ha respondido que “solo si reconocemos el dolor de Israel y su derecho a defenderse, tendremos credibilidad para decir que debe reaccionar como una democracia, en consonancia con el derecho internacional humanitario”.

El PP europeo también ha cargado contra Borrel mediante su portavoz Manfred Weber, que ha cuestionado que los jefes de Gobierno tardaran más de una semana en mantener la primera reunión sobre la situación en Oriente Medio y ha acusado al alto representante de estar en China en esos momentos. También le ha recriminado no acudir a Israel para “intentar establecer un proceso de paz”. “Estamos del lado de Israel, estamos luchando contra Hamás, no contra la gente de Palestina”, ha aseverado.