Pasaba el mediodía del pasado jueves y el que fuera secretario general del PP en época de Pablo Casado, Teodoro García Egea, anunciaba que dejaba la política. La rueda de prensa cogía por sorpresa a todo el mundo menos, evidentemente, al propio protagonista, quien aseguraba haberse tomado su tiempo para dar un paso tan importante en su carrera. Así lo reconocía él mismo, cuando asumió que ya no se sentía útil desde la Cámara Baja ni en los puestos que aún desempeñaba dentro de la formación. “Se puede servir a España desde muchos ámbitos, también desde la sociedad civil”, apuntaba subido al atril, dejando claro que “siempre ha defendido la vida política como una carrera de relevos”.

Como es habitual en estos casos, el teléfono de García Egea ardía tras el anuncio, pero tuvo tiempo el exsecretario general de Génova para dejar algún que otro titular a los medios de comunicación, donde no hizo sino reafirmarse en cuestiones que le habrían llevado hasta la situación actual, siendo la más palpable y que todavía retumba en los muros de la sede popular la guerra entre Casado e Isabel Díaz Ayuso.

“Fiel a mis principios”

El que fuera número dos prefiere no remover más un pasado del que, eso sí, deja claro que no se arrepiente. “De lo único que podría arrepentirme es de no ser fiel a mis principios, y eso no ha ocurrido”, zanjaba en conversaciones con El País. Cabe destacar que Egea fue una de las cuatro personas que se opusieron a la reunión de la Junta Directiva Nacional para convocar un Congreso en plena guerra interna -los otros tres fueron Antonio García Terol, Ana Beltrán y Pablo Montesinos- y demandó a la líder regional por el cobro de su hermano durante la pandemia por la compra de mascarillas. En definitiva, fue uno de los que mantuvo su apoyo.

El hecho, a la larga, le terminó costando el puesto. En este sentido, sostiene que “siempre” ha sido “fiel” a sus principios. “Cuando los principios guían tus actuaciones, tienes que dormir y sentirte en paz (…) A veces, cuando uno se mantiene firme en algunas cuestiones, todo tiene un coste. Lo más importante es hacerlo por convicción”, apunta.

Egea es una persona activa -así lo refleja cada vez que sale a correr o hace natación-, pero a la vez está tranquila. O al menos, esa es la manera en la que se mostró en el día de ayer, primero en rueda de prensa, donde no tuvo palabras para Ayuso ni Casado -sí para su mujer y sus hijos- y después en declaraciones ya fuera de los focos.

¿Estilo Tamames?

Así las cosas, su futuro pasa por la docencia, la investigación y el mundo de las criptomonedas, campo de estudio y trabajo en el que lleva meses centrado. Con todo, no descarta su regreso a la política, aunque éste se torna hipotético. Pero cosas más extrañas se han visto, y una de ellas es la que él mismo pone como ejemplo. “Hoy voy a centrarme en mi actividad profesional, pero viendo a Tamames, todo es posible”, contestaba refiriéndose al candidato de Vox para la moción de censura que ocupará el próximo martes y miércoles.

Querido por el PP, pese a incomodar a Feijóo

Pese a que ya no se consideraba una pieza clave -y, además, su presencia incomodaba a Feijóo- Egea resuelve que no estaba incómodo dentro del partido y que recibió multitud de mensajes de apoyo tras su marcha de la política. “Cuando voy a los sitios, a los territorios, me siento muy querido. Y la gente me sigue llamando. He tenido muchas llamadas y mensajes”, señalaba después de protagonizar la noticia política de la mañana: “Me siento querido por el partido”.

Pese a las discrepancias claras entre al gallego y el ex secretario general, se mantuvo como presidente de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso. Después de presentar su libro Criptoeconomía. Más allá de las oportunidades del nuevo sistema financiero, explicaba que no había tenido nada que ver con su nueva posición en la formación. Por el contrario, y a pesar de las distancias claras, mantiene que ha colaborado con todos “fenomenal” y que “siempre ha tenido interlocución con todos”, incluido el presidente.

“Es algo que he comunicado por convencimiento, por eso ha sorprendido tanto”, apuntaba en la dirección de que “todo el mundo veía que no había ningún problema en ese momento” y que “nadie” esperaba la noticia “ni dentro ni fuera”. “Yo era uno más. Eso es algo que todo el mundo tenía asumido”.

Egea habría comunicado a Feijóo su renuncia en una reunión discreta después de la comida que el gallego mantuvo con Casado. Éste no habría tratado de convencerle de que reconsiderara una decisión que también habría hablado con el expresidente del PP, a quien guarda estima y con quien conversa frecuentemente. Le califica como una persona “valiosa” en lo que se proponga, pero no parece pensar que pueda tener nuevamente un cargo en el partido, ya que ve “normalidad” en la comida que ambos líderes -el actual y el anterior- mantuvieron.

En otro orden de cosas, desde ahora Egea mantendrá su militancia y su afiliación en la formación conservadora, aunque su vida profesional tomará los derroteros aquí mencionados y que, en realidad, solo abandonó durante su etapa como secretario general.