A solo cinco días de que se produzca el debate y votación de la moción de censura de Vox contra el Gobierno de Pedro Sánchez, todos los focos se han colocado -aún más- sobre el Congreso de los diputados, y no por las distintas posturas al respecto. Y es que este jueves han comparecido de forma conjunta el presidente de la formación, Santiago Abascal, y su candidato, el exdirigente del PCE Ramón Tamames, que han intentado esconder sus manifiestas discrepancias de las últimas semanas para unirse en un objetivo: mover de la abstención al Partido Popular. No solo han intentado dejar de lado sus diferencias ideológicas, puestas en evidencia tanto por el pasado del catedrático como en las entrevistas que ha ido concediendo, sino que se han subido al mismo carro para convencer a la oposición en pro de España.

Pacto de no (más) agresión

Seis días antes de conocer el resultado de la moción y unas horas después de la filtración del discurso. Este ha sido el marco en el que este jueves han comparecido Santiago Abascal y Ramón Tamames en rueda de prensa desde la Cámara Baja para presentar su proyecto de expulsión de Pedro Sánchez de la Moncloa. Una cita que se tornaba expentante ya antes de que eldiario.es publicara a última hora de este miércoles las palabras que el profesor ha preparado para presentar su alternativa al Gobierno como candidato. Se trata de la primera intervención pública conjunta de ambos, que se produce además tras las muchas declaraciones que Tamames ha pronunciado en sendas entrevistas y que chocan con las posturas de Vox

Sin embargo, ambos parecen haber firmado una suerte de pacto de no agresión y han intentado esconder las sonadas discrepancias entre la formación y su hombre elegido para representarlo. Abascal ha perseverado en presentar al profesor como un "español independiente", pero este no ha podido evitar dejar algunas manifestaciones que, como poco, destacan sobremanera en un proceso conjunto para desbancar a Sánchez. Algunas de las frases más controvertidas, y que chocan de lleno con los de ultraderecha, tienen que ver con el presidente del Ejecutivo, objetivo principal -al menos en forma- de la moción. "No estoy seguro de que este sea el peor Gobierno de España en los últimos 80 años pero sí es uno de los peores", ha llegado a sostener ante las preguntas de los medios, contraviniendo al propio líder ultra.

"Tamames no es Vox"

Abascal ha dado el pistoletazo de salida al acto dando la "enhorabuena" a los medios de comunicación por su "sagacidad periodística" tras descubrir que "Tamames no es de Vox sino un español independiente". Con este sarcasmo, el presidente de extrema derecha ha insistido en que su candidato es ajeno a sus siglas y ha hecho una suerte de alarde de haber "cumplido" con lo prometido en diciembre, cuando ya anunciaron que su intención era buscar "un español de reconocido prestigio e independencia acreditada" como a su juicio es el profesor. "Vox ha cumplido, ha hecho exactamente lo que prometió", ha sostenido. Cabe destacar que el catedrático ha confirmado que fue su "amigo" Fernando Sánchez Dragó quien, conversaciones mediante, puso encima de la mesa de Vox su nombre. 

En varias ocasiones a lo largo de la intervención, que ha durado menos de una hora, el presidente ultra se ha esforzado en dejar claro que "Tamames no es Vox" frente a las comunicaciones de los medios, de los que ha dicho están intentado enfrentarles manipulando de cierta manera las palabras del exdirigente del PCE aunque "no lo han conseguido". En la misma línea se ha manifestado un comedido profesor, quien ha insistido en los "tres puntos" que dice compartir con la formación: la unidad de España, la defensa de la Constitución y la necesidad de cambiar el Gobierno de España. Una coalición que en sus palabras preparadas para el debate califica de "autocracia absorbente". 

Tamames, que no cierra la puerta a ser el presidente del Gobierno a la luz de que "la improbabilidad no es absoluta", ha evitado decir nada que pudiera ponerle claramente en contra de su compañero de mesa, obstinado en presentar al profesor como el mejor para dar un giro político. De hecho, ha vuelto a poner en el centro del debate la necesidad de convocar elecciones generales el próximo 28 de mayo, haciéndolas coincidir con los comicios autonómicos y municipales, ha considerado que alcanzar un punto de acuerdo entre los grupos parlamentarios "como en los años 70 es muy difícil" o ha anunciado que va a hacer algunos cambios poco sustanciales en su discurso filtrado, que ha tildado de "un borrador muy antiguo".

Mensaje al PP de Feijóo

Tanto el dirigente de Vox como el candidato se han mostrado en sintonía con el tono y con las formas de esta declaración pública. Sin embargo, lo más llamativo ha sido el fondo. Y es que ambos han coincidido en el mensaje: lanzar una petición de auxilio al Partido Popular, que se encuentra ahora mismo en la abstención. Los dos dirigentes han considerado una buena oportunidad que se haya filtrado el discurso para que todos los grupos puedan conocer el trasfondo de la moción, especialmente Alberto Núñez Feijóo

Así lo ha puesto de manifiesto especialmente Abascal, quien ha negado "la muerte política de Vox" con esta iniciativa y ha apelado en varias ocasiones "a la oposición" para sacarla adelante aunque sea in extremis. "Algunos grupos que tenían desconfianza ahora lo pueden leer en la medida de lo que esto pueda ser un guión y puedan cambiar el sentido de su voto", ha sostenido. Para ello ha sacado a relucir algunas de las palabras de Tamames que dice "no comparten" pero sí el PP, como lo referido "a la plurinacionalidad". "Lo que han conocido es que se van a pedir elecciones y que España esta deslizándonse por una pendiente hacia la autocracia absorbente. Cosas que ha dicho Feijóo. Quizá deberían reflexionar sobre el sentido de su voto. ¿Por qué se van a abstener si sus planteamientos coinciden en la mayoría?", ha sostenido.

Con todo, Tamames ha negado telefonear a Feijóo en las próximas horas ya que considera que "ya estamos en descuento" y "no hay lugar a esa llamada" pero sí ha admitido que "habrá cosas sobre las que reflexionar al final del discurso de la moción", por lo que cabe esperar que entre su intervención y la votación, el catedrático se dirija directamente al presidente popular para alcanzar un acuerdo. "El sueño de una nueva coyuntura de consenso siempre permanece aunque sea difícil. Pedir el consenso no es malo, sobre todo para cosas importantes y los que respetan la Constitución", ha sostenido al respecto.