Los pactos entre Partido Popular y Vox se han matizado en las últimas semanas a lo largo y ancho de España en aquellos lugares en los que han podido con tal de arrebatar a la izquierda el poder y, pese en muchos casos, a ir en contra de la propuesta de que gobierne la lista más votada que tanto defendió Alberto Núñez Feijóo. Así, desde el PP han defendido sus alianzas con la ultraderecha, pero quizás nada más surrealista que la reflexión que ha lanzado uno de sus senadores y exdiputado al Congreso de los Diputados.

Javier Puente, senador del Partido Popular y presidente de la organización Familia y Dignidad Humana, ha escrito en Twitter una defensa a ultranza de la ultraderecha, haciendo una referencia a las protestas que se están dando en Francia en la actualidad y comparándolo con los casos de Polonia y Hungría, donde gobierna la extrema derecha.

“Mientras las políticas ‘progresistas’ de Macron tienen a Francia sumida en el caos y la violencia, en Polonia y en Hungría viven seguros, en paz, con crecimiento económico… con sus políticas conservadoras, que son las del verdadero progreso del país y de la persona”, ha escrito el popular.

Auge de la extrema derecha en Europa

La ultraderecha está viviendo un notable auge en los últimos años, y no solo en España gracias a los pactos con el PP, sino también en otros países como Alemania, Grecia, Polonia o Hungría. Se ha pasado de los cordones democráticos de hace unos años a la normalización y blanqueamiento de la ultraderecha con la llegada cada vez más presente de los ultras a los parlamentos y gobiernos.

Hace unos días se produjo un hito en el país donde hablar, negociar o debatir con la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD) era imposible. En Alemania, AfD ganó las primeras elecciones de su historia en Sonneberg, un condado de Turingia, en Alemania, y se ha convertido en el segundo partido más popular.

En el caso de Grecia, las elecciones de la pasada semana confirmaron que el conservador Kyriakos Mitsotakis, en cuya campaña prometió un muro antiinmigración, revalidara su mandato con una holgada mayoría. En estas elecciones se confirmó también la desaparición de la izquierda y el auge de la extrema derecha, con diputados neonazis sentándose en el parlamento griego.

Esto no es algo aislado, ya que también en los países nórdicos también ha quedado reflejada la tendencia de crecimiento de la extrema derecha. En Finlandia, los populistas del Partido de los Finlandeses ocupan siete de los 19 ministerios del Gobierno; y en Suecia, los Demócratas Suecos fueron el partido más votado en las elecciones del año pasado.

También en Francia la ultraderecha está a punto de llegar al poder, ya que en los últimos comicios la ultraderechista Marine Le Pen le siguió muy de cerca a Emmanuel Macron. La ultraderecha francesa pasó de 8 a 89 escaños en Asamblea Nacional.

Sin olvidar el caso de Italia, donde el triunfo de Giorgia Meloni con Fratelli d'Italia se hizo patente hace unos meses, proyectando a Italia como el primer país fundador de la Unión Europea liderado por un Gobierno de extrema derecha.

Pactos entre PP y Vox

La lista de grandes municipios en los que el Partido Popular ha suscrito acuerdos con Vox para gobernar asciende por encima de los quince, algunos incluso sin necesitarles para liderar las administraciones. En concreto, se trata de los ayuntamientos de Valladolid, Toledo, Burgos, Elche, Maracena (Granada), Calvià, Alcudia y Marratxí (Mallorca), Burgo de Osma (Soria), Tineo (Asturias), Guadalajara, Talavera de la Reina (Toledo), Bormujos (Sevilla), Santa Cruz de Bezana (Cantabria), Villaviciosa de Odón (Madrid) y Níjar (Almería). Pero los municipios gobernados con este pacto asciende por encima de los 140.

En cuanto a comunidades autónomas, destacan la Comunidad Valenciana, Baleares, Extremadura, y las negociaciones continúan en Murcia y Aragón.

De esta forma, las negociaciones han culminado en tres de las cinco comunidades autónomas donde el PP necesitaba a Vox para formar gobierno e impedir que la izquierda lo hiciera. No obstante, ambas formaciones todavía continúan negociando en Murcia y Aragón, ya que la ultraderecha no se limita a dar sus apoyos de manera gratuita a los populares y permitir así que gobiernen en solitario.