“PP y VOX han suscrito un acuerdo para hacer posible el cambio que los vallisoletanos votaron en las urnas el pasado 28 de mayo. Este sábado, 17 de junio, Jesús Julio Carnero será investido alcalde con el voto de los once concejales del Partido Popular y los tres de Vox”.

Con este escueto párrafo al que siguen escasas aclaraciones sobre el contenido del pacto se confirma un nuevo acuerdo entre las dos formaciones de derecha y ultraderecha en el Ayuntamiento de Valladolid que desalojará a Oscar Puente de la Alcaldía pasado mañana.

En la comunicación remitida por el Partido Popular, ambas formaciones se comprometen a “ejecutar un pacto de Gobierno centrado en los intereses y necesidades de los casi 300.000 habitantes de la ciudad”, de cuyos detalles y medidas, señalan, dará cuenta el nuevo alcalde la semana próxima, tras la investidura.

Pacto en la sombra

El pacto que ahora se apunta, pero del que no se dará cuenta a los vallisoletanos hasta que la votación y la investidura sean un hecho, se ha llevado en la sombra desde que finalizara el recuento del 28 de mayo.

Aunque el hasta ahora alcalde de Valladolid, Oscar Puente, lo dio por hecho en la propia noche electoral, lo cierto es que desde los partidos de los futuros socios de Gobierno no se ha facilitado información alguna hasta esta lacónica confirmación a las nueve de la noche del jueves previo al Pleno de constitución de la nueva Corporación.

El propio Puente recordaba, días atrás, que hace ocho años, en 2015, cuando PSOE y Valladolid Toma la Palabra negociaron el pacto de gobierno que derrocó al Partido Popular de León de la Riva, las reuniones, diarias, tuvieron lugar en una sala de la tercera planta de la propia Casa Consistorial, de cada una de las cuales se fue informando, puntualmente, a los medios de comunicación que esperaban a sus puertas.

De hecho, los audios de esa negociación, se compartieron con toda la ciudadanía en la propia web del Ayuntamiento, para que desde el primer al último ciudadano se tuviera conocimiento de cuáles eran los términos de ese acuerdo y qué principios regirían la gestión municipal, así como las delegaciones de funciones que asumiría cada partido de la coalición.

La candidata de Vox, primera teniente de alcalde

Lejos de aquellas prácticas de transparencia que Puente ha advertido a los periodistas que ya forman parte de otra época, que ahora termina, la única información oficial facilitada señala que el nuevo alcalde nombrará a la candidata de Vox, Irene Carvajal, primer teniente de alcalde y que la Corporación contará con diez concejalías de área, de las que el PP ocupará siete y tres Vox.

El número de concejalías es idéntico al del equipo de Gobierno que conformaban PSOE y Valladolid Toma la Palabra, que contaba, además, con dos Delegaciones Especiales, de Recursos Humanos y Convivencia y Mediación Comunitaria.

Valladolid ya era limpia

En su exigua comunicación se afirma que la nueva Corporación Municipal “llevará a cabo una serie de actuaciones para el relanzamiento de Valladolid como capital económica, turística y comercial” y que pretende “volver a situarla entre las ciudades más limpias y transitables de España”.

Cabe recordar, en este sentido, que la última encuesta de satisfacción realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a finales de abril de este mismo año, reconocía a la ciudad vallisoletana como una de las más limpias de España, en el puesto 12 de 69 ciudades españolas incluidas en la encuesta.

De nuevo, las familias

El Partido Popular, que ha nombrado al que será nuevo alcalde, Jesús Julio Carnero, número uno de la lista de candidatos al Senado por Valladolid, lo que obligará al próximo regidor a viajar con frecuencia a la sede de la Cámara Alta en Madrid a partir del 23 de julio, insiste entre los objetivos prioritarios del pacto que abre este mandato en “el impulso al soterramiento del tren”.

Las prioridades de Vox se traslucen en la intención, que recoge la comunicación del PP, de incidir en “la protección a las familias, con medidas especiales para las numerosas”.

Por último, como en el pacto firmado esta mañana en Burgos, se señala “la reducción fiscal, con bajadas inmediatas de impuestos”, que también forma parte del acuerdo de Gobierno entre el Partido Popular y Vox en Valladolid para los próximos cuatro años.