El pasado viernes 14, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, volvía de su cuarentena tras dar positivo en coronavirus y se apresuraba a subirse al carro de la polémica sobre las macrogranjas. Eso sí, lo hacía con una rueda de prensa al aire libre, en un prado con vacas que es la definición básica de la ganadería extensiva, nada que ver con los casos que denunció el ministro de Consumo, Alberto Garzón. Cuando los periodistas presentes se lo señalaron, Casado prometió que les llevaría a una macrogranja “la semana que viene”, en su visita a Palencia. Un viaje que se produjo este domingo 23, pero en la que no hubo ni rastro de granjas ni de vacas. Por no haber, no hubo ni rueda de prensa con periodistas, después de la accidentada experiencia en Ávila la semana anterior.

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Diez días han pasado desde que Casado reapareciese en un prado con vacas en Ávila. El encuentro rural tuvo lugar en Las Navas del Marqués, un municipio abulense que el propio líder del PP define como “mi pueblo de adopción”. De hecho, la visita campestre se celebraba a unos metros del chalet de lujo que Casado y su familia tienen desde hace años en alquiler, por eso no aparece en su declaración de bienes en el Congreso, dentro de la selecta urbanización de la Ciudad Ducal.

Casado elevaba a su liderazgo la campaña del PP de posar con vacas, ovejas y ganado variopinto para intensificar la presión sobre el ministro Garzón. Una estampa que, antes que él, ya habían protagonizado el andaluz Moreno Bonilla, el vasco Carlos Iturgaiz o el portavoz Pablo Montesinos. El objetivo era mantener el bulo que inició el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, e incluso ampliarlo, como ha empezado a hacer Casado, que ahora acusa a Garzón de haber dicho que España “exporta carne tóxica”.

Una promesa incumplida

Sin embargo, la vuelta al ruedo de Casado estuvo lejos de ser triunfal. Los periodistas señalaron en el turno de preguntas que aquel lugar no era una macrogranja como las que sí había criticado Garzón en su entrevista de The Guardian. El líder del PP intentó primero salir al paso diciendo que “no hay macrogranjas” en su “pueblo de adopción” y después aseguró que “quería que disfrutaran de este entorno”. Pero ante la insistencia de los periodistas realizó una promesa: “Como veo en que están interesados en que vayamos a una explotación intensiva, la semana que viene, que yo pensaba ir a Palencia a una fábrica alimentaria, pero no pasa nada, nos podemos ir a Meneses de Campos a ver una ganadería intensiva”.

Fue este domingo cuando Pablo Casado cumplió su promesa de ir a Palencia, pero incumplió el compromiso de visitar una macrogranja. En concreto, se fue a la empresa Farming Agrícola, que se dedica al negocio de la maquinaria agrícola. Hubo muchas fotos en campos de cultivo y con tractores, sembradoras y demás aperos de labranza, pero ninguna con ganado, ni libre ni estabulado. Sí tuvo un encuentro con periodistas, lo que se conoce como un canutazo, y realizó un intervención online para clausurar el Congreso del PP en Canarias donde volvió a acusar a Garzón de decir que los ganaderos españoles “son maltratadores de animales y que exportan carne tóxica al extranjero”.

La macrogranja del primo alcalde

El principal problema de Casado es que en Meneses de Campos tampoco hay ninguna macrogranja, aunque choca que el líder del PP no lo supiera. Es el pueblo de origen de su familia materna y su alcalde y principal defensor del proyecto, Alberto Blanco, es su primo. También es su primo Guillermo, el teniente de alcalde y dueño de los terrenos donde irá la macrogranja de más de 3.000 cerdos. Pero al final, el Ayuntamiento del PP paralizó el proyecto hace un año frente a la enorme oposición vecinal y de los municipios colindantes, que junto a los ecologistas alertaban del enorme riesgo de contaminación de las cercanas zonas naturales como la Laguna de Boada y su Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Precisamente, la contaminación era uno de los principales argumentos de Alberto Garzón. Y es llamativo que en la región de Palencia sea difícil, a día de hoy, encontrar una macrogranja cerca de Villamartín de Campos, donde estuvo Casado este fin de semana. Pese a ello, fuentes de Génova asegura a este periódico que el líder del PP sí visitará una granja intensiva “esta semana o la que viene”. Y justifican ese desplazamiento de agenda a que “irá en campaña, que aún no estamos”.

Proyecto paralizado

Aunque, de momento, tendrá que esperar si quiere visitar la polémica macrogranja de cerdos que había proyectado la empresa Granja Lenos SL. Su paralización temporal es mérito de la Plataforma contra la ganadería industrial, el germen de lo que hoy es España Vaciada Palencia. Su cabeza de lista, Nieves Trigueros, que también es vecina de Meneses de Campo se muestra sorprendida con la promesa imposible de Casado: “De momento, el proyecto está parado. Con el máximo respeto, se han metido ellos solitos en un fregado del que no sé cómo van a salir”. “Aquí sólo hay un granja de 1.000 cerditos , que mezcla intensiva y extensiva y una macrogranja de huevos”. Ésta última, por cierto, también de su primo alcalde.