El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchezseis pactos de Estado en un documento en el que ha apelado tanto sobre el papel -donde figura la foto de aquel momento- como en el discurso desde el Congreso, donde se ha referido a "los que nos trajeron hasta aquí". Pero, ¿qué fueron los Pactos de la Moncloa y quiénes participaron de ellos?

La premisa que hay que tener claro en una época convulsa como la presente aunque evidentemente, nada que ver con el escenario de entonces, es que después de una tormenta siempre -o la mayoría de las veces- es posible hacer llegar la calma, pero para eso hacer falta la predisposición de todos.

Los Pactos de la Moncloa

Hay que remontarse a 1977, con los resquicios de la dictadura todavía demasiado vivos en nuestro país, para entender el contexto en el que se firmaron los conocidos como Pactos de la Moncloa. Dos años antes, la muerte de Francisco Franco dotó de gran esperanza a la sociedad española, pero dejó también un maremágnum de confusión desbocada y una pregunta que rondaba la cabeza de toda la nación: ¿Y ahora, qué?.

No es difícil imaginar, incluso para quienes no vivieron aquella época, que el sentimiento de adoración al dictador y a esa España “grande y libre” rondaba aún el imaginario de muchos, dentro de la propia ciudadanía. Y no es complicado imaginarlo porque, todavía hoy, quedan resquicios de la que fue la época más oscura -junto a la Guerra Civil- de nuestra Historia reciente.

Se dan varios cambios trascendentales para hacerse una idea de lo rápido que debieron ir las cosas cuando Franco deja de gobernar en España. El Congreso pasaría a estar dividido y mantener una parte todavía afín al régimen. Más allá del nacimiento de algunas fuerzas políticas que tienen su origen, precisamente, en algunos departamentos franquistas (véase Alianza Popular, actual PP, por ejemplo), no es tanto a ellas a las que se refieren estas líneas pues, con todo, también fueron fundamentales para consagrar la tan ansiada democracia. Más bien, este apartado se estaría refiriendo al núcleo más duro que ocuparía escaño en la Cámara Baja y a los que, Adolfo Suárez, entre otros, “engañaron” durante la Reforma Política de 1976 que asentaría prácticamente y sin tener aún en cuenta el Golpe de Estado que llegaría después, las bases de nuestra democracia.

El también conocido como el harakari de las Cortes Franquistas no es un hecho menor y queda también explicado por ElPlural.com. El llamado asimismo “suicidio” franquista no es menos importante que los protagonistas de estas líneas porque de, algún modo, el llamado búnker quedó en el 76 en fuera de juego. Pero ese es otro asunto, en este artículo se explica qué fueron los Pactos de la Moncloa y por qué son, aún hoy, un espejo en el que mirarse.

Un acuerdo de todos y para todos

Retrocedemos un poco en el tiempo y nos situamos en el momento mismo de la muerte de Franco. El continuismo del Gobierno, proyectado en la figura de Arias Navarro, se rompe por un descontento social agravado con la crisis del petróleo arrastrada desde 1973. El Jefe de Estado, Juan Carlos I, apuesta por Adolfo Suárez que, una vez más y al igual que en el resto de reformas o hitos importantes de la época, fue clave en la firma de los acuerdos de la Moncloa.

La situación en España era grave. La inflación desbocada instaba al igual que ahora a tomar decisiones. Y cuanto antes. Entre otros datos escandalosos, el país se enfrentaba a unos 5.000 dólares de déficit exterior. Ante un escenario repleto de dudas, toda las fuerzas políticas vieron la necesidad de ponerse manos a la obra para sanear la situación.

Los Pactos de la Moncloa se califican así porque se firmaron en el Palacio con el mismo nombre entre el 25 y el 27 de octubre de 1977 y constaron de dos ejes sobre los que se sustentaron todas las medidas: uno político y otro económico. El conjunto de las formaciones suscribió ambos, a excepción de la Alianza Popular de Fraga, que sí se sumó al económico, pero no al primero. También los agentes sociales (asociaciones empresariales, es decir, la Patronal, y los sindicatos, salvo la CNT) se mostraron a favor de los documentos.

Papá, y esos señores, ¿quiénes son?

Los pactos, por tanto, fueron firmados por Adolfo Suárez (en el Gobierno), Leopoldo Calvo-Sotelo (UCD), Felipe González (PSOE, quien, unos días después pero de 1982 ganaría sus primeras elecciones), Santiago Carrillo (PCE), Enrique Tierno Galván (Partido Socialista Popular), Josep Maria Triginer (PSC), Joan Reventós (Convergencia Socialista de Cataluña), Juan Ajuriaguerra (PNV) y Miquel Roca (Convergència i Unió).

Principales medidas de un acuerdo histórico

Fueron muchas las medidas que contuvieron los Pactos de la Moncloa, pero dos los pilares que recogieron las principales. En este sentido, se llevó a cabo por un lado un Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía; y por otro uno sobre el programa de actuación jurídica y política.

En el primero se reconocieron, entre otros aspectos, el despido libre por un máximo del 5% de las plantillas de las empresas, el derecho a la asociación sindical o un incremento de los salarios en el 22%. También, por ejemplo, se devaluó la peseta para contener la inflación.

Por su parte, el marco jurídico-político modificó las restricciones de la libertad de prensa para eliminar la censura previa o se modificó la legislación sobre secretos oficiales -asunto nuevamente en debate en los últimos meses- para permitir a los partidos de la oposición acceder a información considerada imprescindible para poder llevar a cabos sus deberes fundamentales.

Los Pactos fueron aprobados y reconocidos por todo, así lo ejemplificaron los medios de la época, como Diario 16, cuyas algunas de las portadas a lo largo de la semana fueron “Pacto económico: todos contentos” o “Todos juntos a salvar la crisis”.