El líder del PP y candidato a la investidura designado por el rey, Alberto Núñez Feijóo, ha llegado este miércoles al Congreso de los Diputados con la firme voluntad de pedirle el voto al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Para ello, el popular ha preparado un documento con once puntos en común, entre los que se encuentran seis grandes pactos de Estado y el compromiso de gobernar exclusivamente hasta que estas grandes líneas se vean aprobadas en el Congreso. Si no hay quórum en todas ellas, la legislatura duraría, como máximo, dos años, “salvo que los partidos firmantes de este acuerdo consideren conveniente la continuidad de la legislatura para cerrar éstos o nuevos acuerdos”.
Ha sido una reunión corta, envuelta en un ambiente de secretismo que ha llevado al candidato Feijóo a entrar por el garaje del Congreso de los Diputados, rehuyendo a la prensa, y al equipo de comunicación de Génova a guardar silencio sobre las voluntades populares hasta media hora después de que arrancase el cara a cara entre ambos dirigentes. Poco después, y con Pedro Sánchez ya de camino a Ferraz para reunirse con los suyos y perfilar su respuesta al pacto puesto sobre la mesa por su rival, el PP filtraba el documento que Feijóo estaba a punto de explicar en la sala de prensa de la casa de la soberanía nacional, frente a un sinfín de periodistas que, esta vez sí, tendrían la opción de escuchar al candidato tras la primera reunión de una ronda de consultas que, salvo sorpresa, le conducirá a evidenciar su minoría parlamentaria y que actualmente no cuenta con los apoyos necesarios para convertirse en el próximo presidente del Gobierno de España.
Entre los compromisos adquiridos por el líder del PP se encuentra, además de reducir el periodo de la legislatura a dos años, la conformación de un Ejecutivo formado por 15 ministerios y la defensa a ultranza de la integridad nacional rechazando de facto cualquier atisbo de negociación de un referéndum de independencia o una ley de amnistía. Medidas escogidas a conciencia que, si bien sirven para atacar a Pedro Sánchez, alejan cualquier posibilidad de entendimiento popular con Junts per Catalunya, partido que se presenta como juez y parte en este tablero parlamentario.
Los seis pactos de Estado
Además, y bajo una introducción regada de referencias a la constitución, la concordia y la grandeza del Estado -además de una foto introductoria en blanco y negro en la que se puede apreciar a dirigentes de distinta familia política, como Adolfo Suárez y Santiago Carrillo, en la negociación de los Pactos de La Moncloa-, el PP se compromete en este documento a priorizar durante esta legislatura exprés la puesta en marcha de seis grandes pactos de Estado consensuados con el PSOE y el resto de partidos firmantes que quieran unirse a la firma de esta hoja de ruta.
El PP, como primer punto, pone sobre la mesa la necesidad de alcanzar un Pacto de Regeneración, que cuide la calidad de nuestra democracia y garantice la división de poderes. En esta propuesta, los populares piden una renovación de la legislación para que sean los jueces quienes escojan a los jueces en la renovación de poderes como el CGPJ, caducado desde hace más de 1700 días por el continuo bloqueo de la derecha. Llama especialmente la atención esta medida, pues, precisamente, la gran petición realizada por Pedro Sánchez durante este encuentro ha sido la renovación del órgano judicial antes del 31 de diciembre.
Los pactos ofrecidos por el PP también ahondan en la necesidad de poner en marcha un compromiso de defensa del Estado del Bienestar, cuidando los servicios públicos como la Sanidad o la Educación; el Saneamiento Económico, favoreciendo a la clase media y potenciando las necesidades de los jóvenes; las Familias, adoptando medidas para que la conciliación sea un derecho básico y prioritario en nuestro ordenamiento; el Agua, garantizando este recurso en la totalidad de la geografía española; y la Cohesión Territorial, aprobando un nuevo marco de financiación territorial y haciendo del Senado una “verdadera Cámara territorial”.