El choque entre Podemos y el PSOE con motivo del envío de armas a Ucrania amenaza con no ser el único entre los socios del Gobierno en el futuro más inmediato. Los morados, que incluso reprocharon su actitud la que previsiblemente será su candidata, Yolanda Díaz; se han visto obligados a rebajar el tono después de que el domingo calificaran a sus compañeros de Ejecutivo como “partido de la guerra”. La portavoz de la formación, Isa Serra, rectificó y trató de calmar las turbadas aguas recalcando su apoyo al presidente Pedro Sánchez e insistiendo en que no dejarán el Gobierno. Sin embargo, pese a sus esfuerzos por devolver los decibelios al estándar habitual, las previsiones legislativas auguran más colisiones.

El Gobierno tiene previsto sacar adelante tres de sus leyes estrella en este periodo de sesiones: Ley de Vivienda, Ley Mordaza y Ley del ‘solo sí es sí’. Tal y como ha publicado ElPlural.com, PSOE y Unidas Podemos ya han mantenido diversas reuniones con sus socios habituales para articular mayorías suficientes, pues las iniciativas forman parte de la columna vertebral del Ejecutivo.

Según fuentes conocedoras de las conversaciones, aún no hay ninguna de las normativas cerrada. Se negocia desde hace meses, pero quedan muchos flecos, sobre todo en Mordaza y Vivienda. Desde Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) apuntan a este periódico que en lo relativo Mordaza, “estamos alineados con Podemos” y son ellos los que batallan con el PSOE. Con respecto a Vivienda, las mismas fuentes admiten que “no pinta bien” porque se pretende invadir competencias autonómicas y dejar fuera cuestiones troncales.

Este jueves 10 de marzo se debate el proyecto de Ley por el Derecho a la Vivienda, que entre otras cuestiones, contempla la regulación del precio del alquiler. No lo tendrá fácil el Gobierno. PP (88 votos), Ciudadanos (9), PNV (6), PDeCat (4) y Junts (4) han registrado enmiendas a la totalidad. A estas bancadas habría que sumar las de Vox (52), Foro Asturias (1), los dos exdiputados de UPN y el tránsfuga de Ciudadanos, Pablo Cambronero. En total, 164 votos en contra, lo que deja poco margen a socialistas y morados, máxime cuando ERC también ha hecho lo propio registrando una enmienda a la totalidad. En su caso, no para tumbarla, sino para sustituir la del Gobierno por un texto alternativo de su autoría que abunda en la regulación de los precios del alquiler, los desahucios y recargos en el IBI para las viviendas vacías.

EH Bildu, otro de los aliados habituales de Sánchez, explica a este periódico que se limitarán a introducir enmiendas parciales “que hagan del derecho subjetivo a una vivienda digna una realidad”. A su juicio, para tal fin, es condición sine qua non “traspasar los activos inmobiliarios de la Sareb al parque público de vivienda, fijar límites a los precios abusivos del alquiler, gravar fiscalmente a los grandes tenedores de viviendas, regular el precio del suelo y reforzar la vivienda de alquiler público”. Sobre el estado de las conversaciones, fuentes revelan que ha habido reuniones recientes con el PSOE en las que se han acercado posturas, no obstante, no terminan de fiarse: "Con el PSOE siempre hay que andarse con cuidado. Dicen que sí, que aboradarán los puntos que nos preocupan, pero hay que ver cómo queda todo al final".

Discrepancias internas

Pese a que las conversaciones para sacar adelante Vivienda datan de hace meses, aún no hay un acuerdo cerrado ni siquiera entre los socios del Gobierno. Fuentes de Unidas Podemos admiten que aún hay notables “discrepancias” y que “ahora mismo, estamos más cerca de la postura de Esquerra que del PSOE”. Sin embargo, “seguimos negociando, no dejaremos de hablar”. En este sentido, fuentes de ERC sostienen que “este tipo de medidas, a veces, se desbloquean a última hora”.

Por su parte, desde el Grupo Socialista censuran que “decir que ‘no pinta bien’ cuando estamos negociando” denota “que no quieren que salga” porque “si comentan eso cuando se trabaja para que sea una realidad…”.

No habrá anticipo electoral

Con todo, el portavoz parlamentario del Grupo Socialista en el Congreso, Héctor Gómez, descartó convocar elecciones generales anticipadas. En una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, garantizó que “no advertimos ninguna crisis de Gobierno” y, en consecuencia, no se valoró en caso alguno ni la más remota posibilidad de adelantas los comicios. Además, esgrimió que el PSOE respeta “el cumplimiento de los mandatos”, por lo que la legislatura “será de cuatro años”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la misma línea, afirmó desde Letonia -donde se encuentra visitando a las tropas españolas situadas en la frontera con Rusia- que el capítulo de las discrepancias ha pasado a mejor vida. El líder del Ejecutivo ha subrayado que sus socios han “rebajado” el nivel de críticas y, por tanto, da por zanjado el asunto.