“Si hoy se fractura el bloque de la investidura, y se fracturará, desde mañana tocará rehacerlo”. Este fue el mensaje que los socios del Gobierno lanzaron tras el choque provocado por las discrepancias de las fuerzas progresistas sobre la reforma laboral, que finalmente fue aprobada por un único voto de diferencia, el del diputado del Partido Popular, Alberto Casero, que erró. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu y PNV, los aliados habituales de PSOE y Unidas Podemos, ya se han puesto manos a la obra.

Según fuentes consultadas, las heridas ya han supurado y la normalidad es la tónica habitual. En los últimos días, mientras la guerra de Ucrania y la pugna por el liderazgo del PP copan los focos mediáticos, socialistas y morados han mantenido diversas reuniones para abordar tres de las principales leyes que verán la luz en este periodo de sesiones: Ley Mordaza, Ley de Vivienda y Ley del ‘solo sí es sí’. Todas ellas forman parte de la columna vertebral del Ejecutivo para la presente legislatura y, visto el fracaso de la mayoría alternativa, el PSOE ha recurrido a sus socios habituales. Tal y como ha podido confirmar este periódico, todas las formaciones involucradas pasaron página sin grandes dificultades y, tras la votación de la reforma laboral, la colaboración ha regresado a la normalidad, que no a la complicidad, pues existen profundas discrepancias y en varios de los nuevos articulados.

Sin rencores, aunque afeando que en Unidas Podemos “no fueron francos y estuvieron mareando la perdiz”, fuentes de Esquerra explican a este periódico que “dijimos que lo que ocurriera con la reforma laboral no tenía nada que ver con otras leyes” y “estamos cumpliendo”. “Ha habido reuniones sobre ley Mordaza y sobre Vivienda”, explican. Con respecto a la Ley Mordaza, la formación independentista precisa que “estamos alineados con Podemos” y son ellos los que batallan con el PSOE. Sobre Vivienda, admiten que “no pinta bien” porque se pretenden invadir competencias autonómicas y dejar fuera cuestiones troncales. No obstante, “es muy pronto”: “Llevamos meses hablando. Se ha ido prolongando en el tiempo. A veces, estas leyes se pueden cerrar a última hora porque son muy densas y tenemos que consultar con muchas partes”.

EH Bildu, máquina de coser en mano

La izquierda abertzale fue mucho menos belicosa con el Gobierno durante la reforma laboral. Ya desde antes de la votación apuntaron a que seguirían trabajando como hasta entonces, ley a ley. En este sentido, fuentes parlamentarias de EH Bildu aseguran a ElPlural.com que “la agenda legislativa es tan intensa que las relaciones se han reactivado prácticamente de inmediato”.

El diálogo, eso sí, se ha limitado “sobre todo a la Ley Mordaza y la Ley de Vivienda”. “Más allá de esas cuestiones concretas, no ha habido reuniones como tal para recomponer el bloque de investidura, “simplemente se ha seguido con las dinámicas de hasta ahora, centrándonos en materias concretas que se debatirán próximamente en el Congreso”.

El gesto del PNV

Tras la votación de la reforma laboral, el líder del PNV, Andoni Ortúzar, advirtió a los socialistas que no existe otro camino “que entenderse con PNV y ERC” si quieren sacar adelante la legislatura. Entonces, subrayó que no se había “roto nada”. “En todo caso, sí que hemos ido advirtiendo a Sánchez de que en su calendario anual normativo se encuentran algunas leyes que pueden generarnos un conflicto, como la Ley Audiovisual, la de Vivienda o algunas relativas al ámbito sanitario o al social, recentralizadoras”.

Los nacionalistas vascos tuvieron un gesto hacia el Gobierno retirando la enmienda a la totalidad a la Ley Audiovisual “tras constatar avances con el Gobierno español, voluntad de negociación y confianza en que las diferencias podrán salvarse en el trámite de enmiendas parciales”. Las conversaciones sobre Vivienda y Mordaza, al igual que con ERC y EH Bildu, continúan.