El Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional ha dado permiso a Francisco Correa para salir de la prisión de Valdemoro, donde se encuentra recluido por la condena de Fitur en Valencia. Este permiso momentáneo está relacionado con otra pieza separada, la de la “Época 1999-2005”, dentro del conocido como macrojuicio de la Gürtel.  Correa saldrá para hacer su alegato final en la última sesión del juicio de este viernes, justo antes de que se dicte sentencia.

El alegato final es un mecanismo de autodefensa básico de los derechos humanos, que en España recoge la Constitución en su artículo 24 y que regula la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En concreto, en el artículo 739, que dice que “terminadas la acusación y la defensa, el Presidente preguntará a los procesados si tienen algo que manifestar al Tribunal”. La única limitación se da si el acusado “ofende la moral” o “falta al respeto” al Tribunal o si no se ciñe “a lo que sea pertinente”, que hará que se le retire la palabra.

Para que Correa pueda ejercer este derecho con todas las garantías, el tribunal ha pedido que Correa sea sacado de la prisión de Valdemoro y sea trasladado al juzgado de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. Pero la orden se da porque el presunto cabecilla de la trama Gürtel, a través de su abogado, habría pedido tomar la palabra. Por ejemplo, Luis Bárcenas ha rechazado hacer uso de ese derecho, por lo que es lógico esperar que Correa dé un discurso.

De hecho, la semana pasada, Francisco Correa estaba citado en Les Corts para declarar por videoconferencia ante los diputados en la comisión que investiga la gestión de Feria Valencia. Correa se negó a declarar por recomendación de sus abogados, pero sí que dijo que su declaración en el juicio Gürtel había cambiado la impresión que tenían los españoles de él y que incluso recibió felicitaciones.

Eso podría justificar que Correa quiera usar la oportunidad y el foco mediático para volver a dirigirse a la nación. En cualquier caso, está por ver cómo se hará el traslado. Cabe recordar que tras ser condenado por el TSJV a prisión, el cabecilla Gürtel pidió ser trasladado desde la prisión de Picassent (Valencia) a Valdemoro en una ambulancia, ante la claustrofobia que sufre y que le impide viajar en los furgones policiales, con ventanas protegidas por barrotes.

De hecho, días después de ese traslado, Correa fue trasladado al juicio Gürtel en ambulancia, de nuevo, después de que la Audiencia Nacional le diese permiso para no acudir a San Fernand0 de Henares. Sin embargo, esa orden no llegó por error a instituciones penitenciarias, lo que hizo que se repitiese el viaje en ambulancia. Una circunstancia ante la que protestó su abogado por una vulneración de derechos humanos y el “escarnio personal y humano” al que se estaba sometiendo a su defendido. Unas afirmaciones que provocaron las quejas del abogado del Estado, que acusó al letrado de Correa de querer llamar la atención”. Mañana saldremos de dudas sobre el transporte de Correa… y sobre el futuro de Gürtel.