Mantener las ventanas limpias puede ser una tarea complicada, especialmente en verano, cuando se suelen abrir y cerrar con frecuencia y el polvo se acumula en el interior del cristal. A menudo, al limpiar, aparecen marcas o rayas que dificultan conseguir un acabado perfecto.
Sin embargo, TJ, madre y fundadora de Measuring Flower, comparte una fórmula casera que asegura que las ventanas queden sin marcas.
Según explica TJ, la mezcla ideal consiste en alcohol, agua y almidón de maíz. “El alcohol desinfecta, el almidón de maíz hace algo especial para que no queden rayas y el agua simplemente diluye la mezcla”, comenta.
El almidón de maíz tiene la capacidad de romper la tensión superficial del agua, lo que ayuda a que el líquido se extienda de forma uniforme sobre el vidrio y se evapore sin dejar residuos. Además, su gran poder absorbente elimina cualquier resto que pudiera quedar tras la limpieza.
Aunque muchas personas utilizan vinagre blanco para limpiar ventanas, este ingrediente tiende a evaporarse rápido y puede dejar marcas visibles. Si se combina con almidón de maíz, el vinagre funciona mejor, pero el alcohol es más efectivo porque es un desinfectante fuerte y no deja residuos.
TJ añade: “Algunos recomiendan usar solo vinagre blanco, pero cuando probé vinagre diluido con agua, me dejó marcas en el cristal”.

Receta para un limpiador casero eficaz
Para preparar esta solución necesitarás 650 ml de agua fría, dos cucharadas de almidón de maíz y 300 ml de alcohol para fricciones (el etílico es el más recomendable, aunque también sirve el isopropílico).
Es importante que el agua esté fría, ya que el almidón de maíz se espesa con el calor y puede hacer que la mezcla se vuelva pastosa y obstruya el pulverizador.
Para preparar el producto, solo hay que verter los ingredientes en una botella con spray, agitar bien para mezclar y aplicar sobre las ventanas. Después, se limpia con un paño seco y en unos diez minutos las ventanas quedarán limpias y sin marcas.
Esta mezcla también puede usarse para limpiar otras superficies de vidrio, como espejos o mamparas de ducha.

Consejos para limpiar los cristales
Además del producto, la forma en que se limpia es clave. Lo ideal es hacerlo en días nublados o evitando las horas de sol directo, ya que el calor acelera la evaporación del líquido y puede dejar marcas. Usa siempre un paño limpio, preferiblemente de microfibra, que no suelte pelusas. Si prefieres una opción tradicional, el papel de periódico también da buenos resultados para secar sin rayar.
Al limpiar, es recomendable seguir un orden: empieza por los marcos y esquinas, donde suele acumularse más suciedad, y después pasa al cristal. Para detectar mejor si queda alguna marca, puedes limpiar un lado con movimientos horizontales y el otro con movimientos verticales. Así sabrás rápidamente en qué lado está el problema si aparece alguna mancha.
Con estos consejos y esta mezcla casera, limpiar los cristales puede ser una tarea más sencilla y con mejores resultados.