El Carnaval es una festividad llena de color, música y, por supuesto, delicias culinarias que hacen las delicias de grandes y pequeños. Entre los muchos manjares tradicionales que adornan las mesas durante esta época, las orejas de carnaval destacan como uno de los dulces más emblemáticos y apreciados. Con su crujiente textura y su sabor dulce, estas orejas fritas son un verdadero placer para los sentidos.
Ingredientes
- Huevos: 2 unidades.
- Vino blanco: 4 cucharadas.
- Leche: 4 cucharadas.
- Azúcar: 2 cucharadas.
- Azúcar glas: 2 cucharadas.
- Harina: 250 gramos.
- Aceite de oliva (suave): 200 mililitros.
Paso a paso
El procedimiento para hacer la receta de orejas de carnaval es bien sencillo y no se necesita mucha práctica en la cocina, por lo que cualquiera puede prepararlo sin problemas.
1) Preparando la masa
- Para empezar, vas a necesitar coger un bol grande y mezclar en la harina, los huevos, el azúcar, el vino y la leche.
- Debes amasar todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y que no se pegue. Recuerda que puedes añadir un poco más de harina si la masa se encuentra un poco pegajosa.
- Para finalizar, debes coger un paño limpio y dejar reposar la masa a temperatura ambiente durante media hora.
2) Estira y corta
- Una vez que la masa haya reposado 30 minutos, esparce algo de harina sobre una superficie limpia de la cocina y estira toda la masa con un rodillo de cocina.
- Es muy importante hacer fuerza en la masa hasta conseguir una masa muy fina, que no supere el medio centímetro de grosor.
- Divide la masa en trozos del tamaño que consideres oportuno. Cuando lo hayas hecho, retuerce cada una de las piezas ligeramente.
3) Hora de freír y servir
- Calienta aceite en una sartén y echa las orejas de carnaval cuando el aceite esté hirviendo.
- Deja cada una de las orejas de la sartén hasta que estén doradas (normalmente, hay que dejarlas 1 o 2 minutos por cada lado) y luego retíralas en un plato con servilletas.
- Deja a que las orejas se enfríen y luego espolvorea azúcar glas sobre ellas.
¿Cuál es el origen de las orejas de carnaval y por qué se comen en esta fecha del año?
La historia que hay detrás de las orejas de carnaval, un dulce clásico de la gastronomía española, pero sobre todo bien típico de León y Galicia, tiene que ver con la cuaresma. Y es que, como bien se sabe, el carnaval supone unas fiestas con las que se busca aprovechar el tiempo antes de la cuaresma –cuarenta días en las que, según la tradición religiosa, no se puede comer carne—para un último exceso.
Al mismo tiempo, normalmente la cuaresma coincide con la matanza del cerdo, uno de los alimentos que están prohibidos. Por tanto, y para matar el gusanillo, aparece este dulce que puede recordar a la oreja de cerdo, pero no lo es, puesto que es un dulce que no lleva carne. En este sentido, los creyentes lo podían consumir perfectamente sin temor alguno.
¿Con qué acompañar las orejas de carnaval?
Para acompañar estas exquisitas orejas de carnaval, nada mejor que una taza de chocolate caliente espumoso o un café aromático. El contraste entre la crujiente textura de las orejas y el rico sabor del chocolate o el café crea una combinación verdaderamente irresistible. Además, puedes servir algunas frutas frescas, como fresas o rodajas de naranja, para agregar un toque de frescura y color a tu mesa. ¡Prepara este festín de sabores y sorprende a tus invitados con una experiencia culinaria inolvidable durante el Carnaval!
