Existen varias opciones. Hablamos del Partido Socialista Obrero Español, claro está, y por eso hay opciones. En el Partido Popular consolidaron hace años un sistema que muchos en el PSOE envidian, pero que la inmensa mayoría de los ciudadanos progresistas repudian. Lo del dedo que señala al elegido en un despacho es tan poco democrático como suena. Tras una derrota electoral sin precedentes, la tentación en el PSOE es la de reducir al mero trámite el proceso de primarias. Para entendernos, que si alguien tiene la sana intención de presentarse para contarle a los afiliados socialistas el proyecto que tiene para el partido y el país, se baje la euforia democrática con lexatín. Existen unas bonitas bambalinas, con cenefa en rojo pasión y rosas bordadas por históricos dirigentes, que servirán para elegir, tras ellas, al sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero. Así se está preparando el nuevo escenario. Deben estar custodiadas en algún sótano de la sede socialista, una vez limpiado el polvo que han cogido desde la última vez que se requirieron sus servicios. Quizás, además de para suceder a Zapatero como candidato para la Presidencia del Gobierno de España, se aprovechen al máximo - una vez fuera, qué mas da - y también sirvan para designar al nuevo Secretario General. La optimización de los recursos disponibles es ley en los tiempos que corren.

No podrían elegir peor momento en el PSOE para cuestionar sus procesos democráticos internos, precisamente cuando la calle clama por una democracia más participativa. Tácticamente, contraponer un proceso ejemplar de elección de candidatos como el socialista, con la convención del Partido Popular - que previsiblemente se celebrará en otoño - para encumbrar a Mariano Rajoy sin más trámites que la contratación de varios miles de vatios de luz y sonido, pondría al PSOE en clara ventaja sobre los métodos en los partidos políticos, que muchas veces son proyección de lo que se quiere para los gobiernos. Si Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón acaban siendo candidatos en unas elecciones primarias, y tanto los afiliados socialistas como toda la sociedad pueden asistir a un debate de ideas y proyectos renovados para liderar el PSOE y España durante la próxima década, ganará la democracia y se guardará la ropa en las próximas elecciones. En esta situación no solamente hay que entender el mensaje. Además hay que encajar el golpe y levantarse. Cavar trincheras para resistir casi siempre ha sido garantía de que le pasen a uno por encima...

Ion Antolín Llorente es periodista y blogger. En Twitter @ionantolin