Estas elecciones primarias han sido la mayor demostración de ignorancia interna que haya vivido ninguna organización desde que hay memoria. Hemos ido a unas votaciones pensando que iba a pasar una cosa y ha pasado exactamente toda la contraria. No se puede creer tanta torpeza.

Y me pongo el primero en esta lista de equivocaciones: yo voté Susana Díaz pensando que todo me indicaba que sería bueno que ganase. Toda la maquinaria socialista la apoyaba, todos los poderosos territoriales socialistas la apoyaban, todos los medios de comunicación la apoyaban. Y decidí apoyarla.

Hoy resulta que Susana Díaz ha sido la candidata derrotada en unas primarias con más distancia de votos con el ganador; nadie en el PSOE ha perdido más rotundamente unas primarias.

¿En qué nos hemos equivocado los que pensábamos que Susana era ganadora sin la menor duda? Abrir este debate con valentía y con sinceridad es muy importante para afrontar el tiempo que viene.

¿En qué nos hemos equivocado los que pensábamos que Susana era ganadora sin la menor duda?

Viene un tiempo con un protagonista herido por los otros protagonistas; viene un tiempo encabezado por un triunfador que fue derrotado; viene un tiempo de venganza difícil de evitar; viene un tiempo de redefinición del PSOE que los triunfadores no necesitan afrontar. 

¡Qué momento tan complicado tenemos los socialistas! ¡Cuánto patriotismo de partido necisitamos todos!

Pero en algún momento Pedro Sánchez dejará de hacer lo que inevitablemente va a hacer y volverá a mirar a la sociedad española. Pedro: yo no te he votado y, te digo más, habrás entendido en este texto que me das algún miedo. Dentro de unos meses párate a pensar en los españoles que necesitan a los socialistas.

Pedro: ten la seguridad de que te aplaudiré a tope (sin ninguna duda) si eres capaz de volver a ilusionar a los socialistas españoles y a los españoles. En todo caso, es tu turno para analizar lo que nos pasa y para intentar solucionarlo.

Buena suerte.