Al compositor Frederic Chopin se lo conocía, entre otras cosas, por su fragilidad y sensibilidad, que lo convirtieron en el epítome del artista romántico. Se decía que sufría alucinaciones, y probablemente las causaba la enfermedad de epilepsia, según sugiere un nuevo estudio publicado en Medical Humanities.

Tradicionalmente, esos episodios de melancolía que sufría Chopin, que murió con 39 años como resultado de una enfermedad pulmonar crónica y en 1849 -recientemente se ha dicho que la enfermedad era fibrosis quística-, se habían atribuido al trastorno bipolar o la depresión clínica, según las descripciones del compositor, sus amigos y su alumnos. Episodios como el que vivió durante una interpretación de su Sonata en si bemol menor, en Inglaterra en 1848 en un salón privado, cuando Chopin dejó de tocar repentinamente y abandonó el escenario, en un evento grabado por el crítico musical del Manchester Guardian. En una carta escrita a la hija de George Sand en septiembre de ese año, Chopin describe el momento de la actuación diciendo que vio a unas criaturas emerger del piano, lo que lo obligó a salir de la habitación para recuperarse.

En sus memorias, George Sand recuerda también un viaje que ella y el compositor hicieron a España en 1838. Describe el monasterio donde se hospedaron como "lleno de terrores y fantasmas para él", y varios incidentes en los que Chopin parecía pálido o con ojos y cabello de punta. También relata las vívidas descripciones que le dio de las visiones que había tenido.

Hay otros relatos, tanto de George Sand como de una alumna de Chopin, Madame Streicher, que reflejan incidentes similares, y la propia descripción del compositor de una "cohorte de fantasmas" en 1844.

Las alucinaciones son un sello distintivo de varios trastornos psiquiátricos, como la esquizofrenia y los estados disociativos. Lo afirman los autores del mencionado estudio, aunque, dicen, habitualmente no hay voces incolucradas.

La migraña también puede producir alucinaciones, pero estas pueden durar hasta media hora, mientras que las de Chopin solían ser breves, según los registros; y las auras de migraña sin dolor de cabeza ocurren principalmente en pacientes mayores de 50 años, dicen los autores. El síndrome de Charles Bonnet también se descarta ya que Chopin no tenía trastornos oculares.

Los autores de la investigación afirman que la epilepsia es una explicación más probable, ya que puede producir alucinaciones visuales complejas, que suelen ser breves, fragmentarias y estereotipadas, como las que Chopin dijo que experimentó.

Los autores reconocen que sin la ayuda de las pruebas modernas es difícil hacer un diagnóstico definitivo, pero comentan: "Los médicos de Chopin podrían haber pasado por alto fácilmente una afección como la descrita en este artículo".

Añaden que “dudamos que otro diagnóstico agregado a la lista ya numerosa nos ayude a comprender el mundo artístico de Frédéric Chopin. Pero sí creemos que saber que tenía esta condición podría ayudar a separar la leyenda romantizada de la realidad y arrojar nueva luz para comprender mejor el hombre y su vida".