Nos estaría bien empleado. Un contraataque animal por nuestra actitud. El egoísmo que nos está llevando a aniquilarlos o hacer desaparecer sus hábitats. Al menos los osos polares parecen que se están tomando la revancha. 

Es lo que han denunciado ciudadanos del norte de Rusia en diferentes vídeos y fotos compartidos en redes sociales. Los osos polares, muertos de hambre, acosados por la reducción o desaparición de sus entornos y presas, han comenzado a irrumpir en las viviendas de los humanos.

Siguiendo el aroma de las siempre bien provistas cocinas de los hombres, estos animales están causando el pánico en la pequeña localidad de Belushya Guba, en el archipiélago de Novaya Zemlya. La situación ha llegado a un punto en el que las autoridades locales han declarado el estado de emergencia. 

El motivo es que en las últimos fechas se han producido nada menos que 52 encuentros entre osos y humanos. Encuentros, evidentemente, en territorio humano. O lo que antes era territorio oso. 
 

Vehículos militares

No es la primera vez que ocurre algo así. Irrupciones de jabalíes o mapaches en zonas habitadas son hasta habituales. La diferencia es que un oso polar puede descuartizar a una persona de un zarpazo. Así que trabajadores de una industria local tuvieron que ser desalojados de la factoría por vehículos militares cuando fueron situados por un grupo de osos. 

Las razones del ataque de los osos polares son evidentes. En las zonas tan remotas, la recogida de residuos no es exactamente puntual. La acumulación de basura atrae a los animales, que ven como en las zonas en las que vivían, las presas escasean. Sin embargo, la basura humana siempre es frecuente.