El PSOE es una olla a presión y el presidente del Gobierno, al mismo tiempo secretario general de la formación, lo sabe. Pedro Sánchez es consciente de que tiene que actuar con una mayor contundencia, cuanto antes, mejor; ante el terremoto que ha provocado tanto de puertas hacia dentro como de puertas hacia fuera el demoledor informe de la UCO que implicaba al otrora secretario de organización, Santos Cerdán.

El principal partido del Ejecutivo iniciará previsiblemente esta semana ronda de contactos con los socios de investidura y será él mismo quien asuma el liderazgo de esta. Es decir, que será el propio responsable primero del país la persona que hable con los partidos que le auparon y mantuvieron en la Moncloa.

No parece que ninguna formación esté por la labor de retirar al líder del Ejecutivo su apoyo, pero sí que le demandan explicaciones, y Sánchez sabe que necesita darlas, dado que para algunos el perdón no es suficiente. Los socialistas reiteran que son precisamente las disculpas y, por encima de estas, haber tomado cartas en el asunto, lo que les diferencia del Partido Popular, pero la corrupción que se ha dado dentro de las filas, a todas luces intolerable, requiere de algo más.

Reestructuración y encuentros con los socios

Las actuaciones que están claras por el momento pasan por una reestructuración de la dirección del PSOE y una auditoría externa, pero si de verdad quiere diferenciarse del principal partido de la oposición, esto no basta a juicio de los partidos que dieron sus votos para la gobernabilidad del país. En este sentido, ERC y BNG, han solicitado también la comparecencia de Sánchez en el Congreso de los Diputados para que dé explicaciones.

Junts por el momento tampoco dejaría caer al líder de los socialistas, pero ni ellos ni Esquerra pierden de vista los compromisos que el Ejecutivo de coalición tiene pendientes con ellos. El partido de Carles Puigdemont mantiene la exigencia de que el catalán sea lengua oficial en la Unión Europea y de la amnistía para Puigdemont.

Mientras tanto, los republicanos han ido al choque con la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a quien acusan de ralentizar el acuerdo para una financiación singular de Cataluña, que debe formalizarse, apuntan voces internas, a lo largo del primer semestre de 2025 en la comisión bilateral entre Estado y Generalitat.

Sumar, por su parte, intentaba marcar distancias con el PSOE. En un principio, endurecía el tono contra la formación socialista y amagaba con presentar una cuestión de confianza, pero finalmente descartó esa posibilidad. Por el contrario, trató de presionar para que el Ejecutivo reactive una agenda social representada por los de Yolanda Díaz y que ahora mismo, lamentan los magentas, se encuentra totalmente parada. Un trato de “igual a igual”, reclamaba la vicepresidenta.

En términos concretos, en Sumar no ha gustado cuestiones como el plan de rearme, el fin del impuesto extraordinario a las energéticas o propuestas para incentivar a los propietarios fiscalmente por poner sus pisos en alquiler. Por todo ello, esta es una buena oportunidad para que los de Díaz marquen una impronta clara en el Ejecutivo en un momento en el que los Presupuestos no están todavía aprobados.

No parecen estar sobre la mesa ni una dimisión del secretario general en favor de que otra persona ocupe su cargo, ni la convocatoria electoral. Se trata de dos cuestiones que, si bien es cierto que han sonado, parecen totalmente alejadas. Así las cosas, Sánchez tiene claro que, si de él depende, los españoles no acudirán a las urnas hasta 2027, cuando está prevista la siguiente llamada electoral, pero no es menos cierto que hay quienes piden comicios en un momento oportuno; por ejemplo, a finales de 2025 o principios de 2026.

El presidente del Ejecutivo ofrecerá una rueda de prensa este mismo lunes alrededor de la 13:00 horas para explicar con todo lujo de detalle la situación actual del partido, del Gobierno y cuáles serán los próximos pasos que dará. Después, ya el miércoles, acudirá a la sesión de control que se celebra en el pleno de las Cortes, a la vez que ha cancelado su agenda, donde figuraba, entre otras citas, una cumbre de Naciones Unidas a la que tenía previsto acudir en Nueva York.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio