Este lunes ha sido el día de Julio Iglesias, "y lo sabes". Telecinco ha emitido un especial sobre la vida del que es uno de los cantantes españoles más destacables e internacionales de este siglo, en el que se han descubierto muchas facetas desconocidas (o no tanto) del artista. El documental, llamado Julio Iglesias. La vida sigue igual y que no ha triunfado en audiencias, no solo habla de su trayectoria, también de su vida personal a través de las confesiones de parte de su círculo cercano. Así, se ha destapado que el famoso intérprete de Me va, me va tiene tres pasiones que empiezan por la letra c así como que cuando era joven sufrió un accidente que le cambió la vida para ser el gran cantante que en la actualidad. "Un buen concierto, una buena cena y un buen c...", afirma una persona afín.

Los tres placeres con 'c' de Julio Iglesias

Julio Iglesias acaba de cumplir 80 años y, aunque descansa junto a su mujer Miranda y sus hijos en su casa de Bahamas, en su tierra natal se le ha hecho un homenaje. En concreto, Telecinco le ha rendido en la noche de este lunes un tributo por su cumpleaños con un especial. Un documental llamado Julio Iglesias: la vida sigue igual que contó con amigos íntimos e invitados reseñables. Entre los primeros se han encontrado los periodistas Jaime Peñafiel, Rosa Villacastín, Nacho Medina, Marina Castaño, Juan Luis Galiacho y Carlos Toro, artistas como Norma Duval y Pitingo, y otras personalidades como Pau Gasol o José Bono. Este último, cuando era ministro de Defensa en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ayudó a mediar en el conflicto con Estados Unidos por retirar las tropas de Irak.

Entre los segundos se ha contado con la presencia de Fernán Martínez, uno de sus ex publicistas y con quien ha compartido parte de su vida artística. De hecho, ha sido uno de los encargados de ayudar a su hijo Enrique Iglesias en su carrera. Este ha revelado cosas que ya se esperaban, como que durante las más de 3.000 noches que estuvo con él, el cantante nunca se fue solo a la cama. Entre sus conquistas se encuentran Vaitiare, Sidne Rome o Virginia Slip 'la Flaca'. También han contado algunas excentricidades, como que el marisco fresco se lo envían desde Galicia -región a la que le dedicó la canción Un canto a Galicia- a cualquier parte del mundo y que muchas veces cuando viaja a nuestro país en su avión privado aterriza primero en Vigo para comer.

A nivel profesional, también ha contado que Iglesias es muy perfeccionista tanto en el estudio de grabación como en los conciertos. Tal es su obsesión que ha despedido a unos 5.000 técnicos de sonido a lo largo de su trayectoria porque no le pillaban el tono para cantar. Sin embargo, Martínez ha desvelado un punto mucho más personal y que no escapa de la idea que cualquier persona, ya sea hombre o mujer, tiene del artista. Especialmente en lo que tiene que ver con el amor y las mujeres. Y es que ha afirmado durante el documental que a nuestro cantante más internacional y conocido lo que más le gusta son las tres 'c', es decir, "un buen concierto, una buena cena y un buen culito".

El accidente que cambió su vida

En este especial también se ha hablado de uno de los accidentes que le cambió la vida. Y es que antes de ser cantante, Julio quería ser futbolista. De hecho, sus inicios en el mundo del fútbol fueron como jugador del Real Madrid, pero ha salido a relucir uno de los episodios más difíciles en la vida del protagonista: un accidente de tráfico que un buen día truncó sus sueños deportivos pero que le abrió la puerta de una vida de éxito en otras materias. De hecho, el pasado verano, el propio Iglesias compartía en sus redes lo que supuso este suceso. "Hace 55 años mi vida cambió para siempre. Estudiaba leyes, jugaba al fútbol en mi equipo del alma con los juveniles y un accidente frustró todas mis ilusiones. Pero ese accidente, como digo siempre, juntó mi alma con mi cabeza y empecé a vivir una aventura que aún no ha terminado", afirmó.

Tal y como se ha podido ver en el documental, el accidente ocurrió el 22 de septiembre de 1963 en la capital tras colisionar su coche contra unos arbustos cuando se dirigía hacia su casa. Un incidente que fue fatal para su salud ya que primero empezó con fuertes dolores de espalda pero una negligencia en el diagnóstico le llevó a estar inmovilizado un año y medio. Tras acudir a muchos especialistas, dos años después descubrieron que aquella dolencia, que le impedía mover las piernas, era debida a una compresión en la columna por supuestamente un tumor maligno. "Deciden operarle. Es una operación delicada porque la compresión que sufrió Julio en su medula fue tan grave que perdió funciones”, han explicado en Telecinco.

Tras esto se sometió a radioterapia, que le generó graves secuelas que empeoraron su salud. Esto hizo que su padre, el doctor Puga, decidiera interrumpir el tratamiento y afortunadamente el tumor era benigno. A partir de ahí, llegó su larga recuperación para recuperar la movilidad y las funciones perdidas. Para este cambio doloroso su salvavidas fue precisamente la música. De hecho es entonces cuando llegó su tema más conocido La vida sigue igual. "La escribí pensando en lo que sentía en aquellos momentos después de mi operación. Saqué fuerzas que no tenía con la música que me daba una guitarra y escribí estos pequeños versos sin saber dónde iban a terminar o dónde iban a empezar", contó el mismo en sus redes sociales.