Durante un año de tensa lucha contra la enfermedad, Mila Ximénez ha sufrido muchos altibajos con su estado de salud. Cuando la tertuliana regresaba al plató de televisión, su segunda casa, a mediados de junio tenía que volver a quedarse ingresada en un hospital madrileño tras sufrir complicaciones con motivo de su cáncer de pulmón.

Una semana después, diversos medios han notificado la llegada de Alba Santana, su hija, a tierras españolas, ya que vive habitualmente en Ámsterdam junto a su marido y sus hijos. Su imprevisto viaje ha hecho saltar las alarmas sobre el estado de su madre. 

"Todos estamos muy pendientes del estado de salud de Mila, sabemos que en los últimos días sus defensas están muy bajas y se encuentra muy decaída, con pocas fuerzas y muy baja de ánimo", confesaba una fuente ligada a 'Sálvame' a La Razón. "Su hermano Manolo no se separa de su lado", añadía al periódico.

"Todos confiamos en que esto sea una crisis pasajera y que el tratamiento sirva el efecto deseado", agregaba la fuente anónima. "Es una mujer con una fortaleza increíble y un coraje inmenso. Hace unos meses, cuando dijo que tiraba la toalla, que estaba cansada de luchar contra el cáncer, no la creímos, porque sabíamos que se engañaba a sí misma con sus palabras", desvelaba a su vez la persona cercana al ámbito laboral de la presentadora.

A lo largo de su lucha contra el cáncer, han sido sus compañeros de plató los que han ido desvelando algunos detalles sobre su recuperación. Jorge Javier Vázquez, por su parte, hasta le dedicó una emotiva carta por su cumpleaños haciendo referencia a su amistad y a la relación de ambos. Kiko Hernández fue el último colaborador que se pronunció ante las cámaras al respecto días atrás, asegurando que la presentadora estaba "bien".