Nuevo revuelo en Mediaset. Uno de sus rostros más reconocidos para el público se enfrenta a una alta pena por, presuntamente, haber cometido hasta tres delitos: insolvencia punible, alzamiento de bienes y obstrucción a la justicia.

Y es que Raquel Bollo tiene pendientes unas deudas, conocidas desde hace tiempo, por las que podría ingresar en prisión. Tal y como adelantó este fin de semana el programa ‘Fiesta’, fue en 2015 cuando la diseñadora demandó a un tercero por un delito contra su honor, un proceso judicial que perdió tanto en primera y segunda instancia en el Tribunal Supremo, lo que ha provocado que los costes aumenten y ascienda a una estratosférica suma de dinero.

Finalmente, la persona que debía recibir el dinero no lo obtuvo, por lo que impuso una querella en su contra, la cual se encuentra en fase de instrucción. Es así como Bollo deberá personarse el próximo 12 de marzo junto a su defensa en el juzgado de lo penal para declarar ante los tres delitos por los que se le acusan.

En total, la excolaboradora de ‘Sálvame’ debe cerca de 30.000 euros a Hacienda. Un pago que, por su condición de diseñadora y colaboradora de televisión, previsiblemente, sí que podría abonar pero, vista la cita judicial que tiene próximamente, todo apunta a que no y que el proceso seguirá su curso.

Raquel Bollo, en los Goya

A pesar de este jarro de agua fría, Raquel Bollo no ha estado ausente del foco mediático. La diseñadora de moda ha estado presente este sábado por la noche en la gala más especial del cine español: los Premios Goya, que en su 37º edición se han celebrado en Sevilla.

La andaluza definió como “mágica” la oportunidad de codearse con los mejores actores y actrices. A pesar de que no pudo desfilar por la alfombra roja, sí que por redes sociales mostró un espectacular modelo negro con toques flamencos y con el que marcó un paso distintivo: “Aún estoy de resaca emocional, fue maravilloso lo vivido”, reconoció.