El último capítulo de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' puso el punto y final más esperado por la audiencia al testimonio tan desgarrador de Rocío Carrasco y sus 20 años de silencio. Sin embargo, su historia no ha acabado. Una de las premisas que aún queda sobre la mesa es su relación con su hija, Rocío Flores.

La hija de Antonio David Flores protagonizó uno de los episodios más duros de la vida de su madre en agosto de 2012, cuando la agredió físicamente, lo que provocó el ingreso de Carrasco en el hospital y el consiguiente distanciamiento abismal entre ambas. Sin embargo, también destaca el papel que la nieta de Rocío Jurado ha ido adoptando "de cara a la galería" al cumplir su mayoría de edad en adelante. 

Rocío Flores apareció por primera vez en un programa de televisión durante el concurso que su padre hacía en 'Gran Hermano VIP', hasta que poco después dio el salto como concursante a 'Supervivientes', donde no faltaron las referencias constantes hacia su familia. "Me gustaría tener un bebé. Me gustaría ser madre en un año (...) Me gustaría que mi hijo pudiera estar en mi boda para disfrutar como yo lo hice", llegó a desvelar.

Rocío Carrasco, que no siguió de cerca el reality en su momento, no pudo alzar la mirada cuando estas imágenes se las mostraban en el documental, tras ello, comentó: "Pues a lo mejor ese día, si llega, es consciente de lo que una madre es capaz de hacer por un hijo y lo que significa ser madre. Incluso callarse que su padre no le ha contado la verdad. Pero a lo mejor llega a esa conclusión y entiende el significado de ser madre. Pero ella no se parece en nada a mí".

De la misma manera, la protagonista del testimonio asegura que su hija fue "víctima y verdugo" cuando defendió que en casa de su padre "jamás se ha hablado mal de mi madre". "Es un mundo en el que ella ha crecido, habla igual que su padre. Califica de calvario, una palabra demasiado importante. Yo viví un horror, una pesadilla continua durante muchos años. Un calvario, para lo suyo me viene grande y para lo mío se queda pequeño, recuerda Carrasco, además de apuntar que su hija no aludió al episodio de agresión porque "tiene esa escuela de hacer como que no ha sucedido".

Una llamada con intereses 

La emisión de 'Supervivientes' se vio inmersa en la inminente llegada del coronavirus a España, lo que hizo estallar al instante a Rocío Flores en un aullido de dolorosas emociones: "Necesito saber que está bien. Llevo siete años sin saber nada de mi madre, que pase esto y que no me mande un mensaje. Yo necesito saber, creo que me lo merezco", aseguró desconsolada desde Honduras, un detalle que no caló en su madre.

"No puedo verlo. No me hace bien verlo. Porque sé que no es real, muy a mi pesar. ¿Cuando está aquí su madre es Olga y cuando está en 'Supervivientes' su madre soy yo? En estos siete años no ha mostrado ninguna preocupación por mí. Por eso no lo veo, porque no es verdad. Cuando ella llega a Madrid no me llama. Luego, el 3 de diciembre (de 2020) me llamó. No le cogí el teléfono porque la llamada se produce pocos días después de que a Olga le llegara la denuncia por revelación de secretos: Esa es su preocupación. Solo me ha llamado una vez".

Rocío Flores nunca felicitó a su madre por su cumpleaños

Otro momento a destacar del concurso de la hija de Antonio David fue cuanto el calendario marcó la fecha de cumpleaños de su madre, otra estrategia que utilizó en el concurso y que Rocío Carrasco desmontó al instante este miércoles: "Desde que se fue, mi hija no me ha felicitado nunca más por mi cumpleaños. Tuvo que irse a un 'reality' a miles de kilómetros para ganarse el favor de la gente. Tuvo ocho años para hacerlo y nunca lo hizo. Si hubiese querido hacerlo en privado, lo habría hecho. Nunca lo hizo".

"No hay un un ápice de verdad. Eso que se está viendo no es real. Detrás hay unos intereses creados. ¡Y quedó tercera, con unas instrucciones! No se ha preocupado de cómo yo he estado cuando los hijos se tienen que preocupar por su madre también. ¿Y se va a Honduras a felicitarme el cumpleaños? Lo hizo para alimentar la imagen de hija buena, desamparada… Pero dejo claro que no la culpo de ser así, ni de actuar así, yo le echo la culpa a ese 'deshecho'. Es mi opinión, es mi sentir", prosiguió Carrasco.

De este modo, la protagonista de la docuserie se mantuvo firme ante el concurso de su hija, asegurando que fue preparado por su exmarido y por ella: "Aquí no hay nada al azar. Todo está calculado en una hoja de ruta con un beneficio económico. Mi hija fue con un guion, total y absolutamente, porque conozco a mi hija y no es la que ha salido ahí", aunque reconoció que estas palabras los dijo con frialdad, ya que, por primera vez, se puso "por delante" de sus hijos.