De un día para otro, Salvador Sostres ha pasado de ser un periodista medianamente conocido a un foco de críticas por los comentarios sexistas, xenófobos y racistas. Prueba de ello ha sido la última crónica que escribió sobre del Barça – Ferencvaros. Concretamente, sobre el joven delantero Ansu Fati, al que vejó con insultos racistas.

Ansu corriendo tiene algo de gacela, de mantero jovencísimo y negro que de repente veías corriendo por el Paseo de Gracia cuando alguien al grito de: ‘¡Agua, agua!’, anunciaba que la Guardia Urbana había llegado. Selváticas estampas en el corazón de la ciudad”, decía en el texto. Añadiendo que “ahora esto no pasa, porque para Ada Colau los delincuentes son los policías y no los manteros, que ya no tienen que salir corriendo. También es cierto que sin turistas, les flaquea bastante el negocio”, relataba.

Unos comentarios que no han tardado en denunciar el FC Barcelona, quien emprenderá acciones legales contra el columnista catalán y el diario ABC. En la misma línea, compañeros del deportista y usuarios de las redes han reaccionado ante estas atrocidades y faltas de respeto.

“Ansu es un chico excepcional que merece respeto como cualquier ser humano. No al racismo y no a la mala educación”, escribió en su cuenta de Twitter Antoine Griezmann, delantero francés y compañero en el Barça de Ansu Fati.

Aunque esta no es la primera vez que Sostres hace de la polémica su forma de vida. En varias ocasiones, el periodista ha reflejado en sus declaraciones o textos, unos pensamientos sexistas, xenófobos y clasistas.

Menores de edad

En 2010, durante la publicidad del programa Alto y Claro que presentaba Isabel Sebastián en Telemadrid, se vivió uno de los momentos más repugnantes por el entonces articulista de El Mundo. Durante una pausa publicitaria, Sostres fue grabado mientras hacía comentarios soeces y rozando la pedofilia por las imágenes del último desfile de Victoria Secret. En la conversación, el periodista decía que las niñas de 17 años no huelen a “ácido úrico”, un comentario que fue apoyado por Alfonso Ussía.

Es ahí donde está la tensión de la carne y ese punto mágico (…) Isabel, perdona no me mires con esa cara de asco, Dragó se pasó con lo de los trece (…)”, dijo Sostres mientras San Sebastián le decía que “te veo yo acercándote a mi hija y te mato”.

“¿Sabes, la auténtica cosa está casi virginal, que aún no huelen a ácido úrico, que están limpias? Que tiene olor a santidad, sabes, que parecen lionesas de crema, dulces (…) de primer rasurado, que aún no pican (…)”, añadía el periodista.

Batacazo a Podemos

Con las nuevas formaciones políticas, el Congreso de los Diputados sufrió un cambio, y no solo político, sino también en la forma de vestir y en los peinados. Por ello, Salvador Sostres se subió al carro de aquellos que no ven con buenos ojos las “pintas del 15-M” aludiendo a los diputados de Podemos. "Con un buen par de hostias a tiempo estos chicos no se hubieran comportado de esa manera", dijo en la tertulia de Herrera en Cope en el 2016.

Asimismo, el columnista calificó a los 69 diputados del bloque morado como “incontinentes e irrespetuosos”, asegurando que si les hubieran dado “un bofetón a tiempo” otro cosa pasaría.

Sostres se metió de lleno en la valoración sobre la educación e higiene de los niños, y aseguraba que “con un par de hostias, un par de bofetones a tiempo, estos chicos no se hubieran comportado de esta manera, y habrían ido vestidos de una manera diferente, porque no es una cuestión ideológica, es una cuestión de higiene”.

Su fijación con las secretarias

En 2017, Mariano Rajoy virilizó uno de sus grandes ridículos al negarse a responder a un periodista de la BBC que le preguntó en inglés. Por su parte, el ángel Salvador, intentó justificar esa incompetencia a través de una columna semanal en el ABC, en la que sostenía que “ningún presidente serio se expresa oficialmente en una lengua que no sea la suya”, para añadir que “cualquier protocolo internacional aconseja que los mandatarios hablen siempre en su idioma y es una descortesía preguntarle a un presidente en tu lengua y no en la suya”.

Su argumento fue más allá, haciendo patente su habitual clasismo: “Lo sustancial es que saber idiomas es de secretarias. Necesitan saber idiomas los que obedecen. En mi vida las órdenes las doy yo y como ya les dije la semana pasada, de momento nos va todo bien”.

Sin embargo, este no fue la única ocasión en la que aludió a su fijación con las secretarias. Una vez más, el articulista del ABC se marcó una columna sobre la necesidad de ser feliz, en la que él consideraba una “moda” que solo afecta a “secretarias” y “dependientas”.

“Ahora está la moda de querer ser feliz, que también es de secretarias. Y de dependientas. Todas quieren ser felices”, decía.

Asimismo, añadió que “los hombres que quieren ser felices acaban comprándose un deportivo y desplumados por cualquier lagarta; las mujeres, liadas con su profesor de yoga, vistiendo la ropa de su nieta y con una médium que se lleva la mitad de la pensión que el exmarido les pasa”.

Otro ejemplo de clasismo

En 2018, Salvador Sostres volvió a hacer acto de su imparable clasismo, que empieza a ser aburrido. En la inauguración del Mobile World Congress, Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, y Roger Torrent no quisieron participar en el besamanos al rey Felipe VI ni tampoco aplaudirle. Unos hechos que Salvador Sostres no dejó pasar para atacar a la alcaldesa.

En la contraportada del ABC, el periodista calificaba a Colau como “la más funesta, siniestra, hortera, indocumentada alcaldesa que ha tenido mi ciudad y la que más daño nos ha hecho”, a la par que “se ha sumado al desprecio en su insufrible postureo de portera del Ensanche izquierdo”.

Losantos le da la espalda

Federico Jiménez Losantos hace años rompió la relación con el polémico Salvador Sostres tras ensañarse con un camarero.

El periodista escribió en el diario ABC “Quimi Portet y un mamarracho”. El “mamarracho” es un camarero de Baleária que no quiso servir un “café amb llet” porque no entendía el catalán.

El periodista consideró que el apoyo a la “intolerable chulería del camarero” es un síntoma del “nacionalismo de la peor España”. Al final, Sostres remató con unos de sus comentarios tan desafortunados como irrespetuosos: “Pero es que además, por encima de Cataluña, España, Italia, Francia o Grecia, la gran patria es la derecha, hay un orden y este orden es jerárquico, y solo faltaría que nos pareciera bien que el servicio se nos subiera a las barbas”.

A Losantos no le preocupó las barbaridades de Sostres contra las mujeres, sino son su constante defensa del catalán. Ahora le reprocha que le dijera en el Avui “que hablar en español es de pobres y que sólo lo hablaba con la criada", y concluye que “el humor de verdad se hace contra el poder, no a favor de los tiranos que multan por rotular en español e impiden escolarizar a los niños en ‘la lengua de los pobres’”.

La corrupción del PP es una “propina”

La predilección que Salvador Sostres tiene por el Partido Popular es inminente, ya lo demostró con Mariano Rajoy, pero lo evidenció con el robo del PP, que lo calificó de “propina” y lo llegó a comparar con “los hurtos que El Corte Inglés da por inevitables”.

Según el periodista del ABC, la calificación de “partido más corrupto de Europa” instaurada en el PP es un “mantra de la turba”. Ya que el PP “podría haber elegido mejor a alguno de sus representantes”, pero “ni es el partido más corrupto de Europa, ni lo es de España ni la corrupción es mayor a la de países con los que habitualmente nos comparamos”.

Asimismo, aseguró que si aquello fuese cierto, lo “distraído” por el Partido Popular “no llega ni a los 30 millones de euros”. Una cantidad que estaría debajo de “los 800 millones de los ERE de Andalucía”, por lo que sería una “propina” en comparación con los 443.133 millones de los Presupuestos Generales del Estado.

En la misma línea, Sostres aprovechó para atacar a la izquierda justificando que “mientras vivamos amenazados por Pablo Iglesias y Pedro Sánchez – que son peor que Zapatero –  y con Albert Rivera jugando a los espejos, la madre de todas las corrupciones será su indigencia y no nos quedará otra que votar al presidente Rajoy en legítima defensa”.

Matrimonio y prostitución

En 2018, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, aseguró que le “colaron un gol” tras el visto bueno a la constitución de un sindicato para las “trabajadoras sexuales”. En ese momento se habló de todo, y como no, Salvador Sostres quiso dar la puntilla a través de una columna en ABC para poner en al mismo nivel la prostitución con el matrimonio.

Sostres consideró “cínico” prohibir la prostitución porque “la transacción sexual forma parte de la ordenación del mundo”. Asimismo, le preguntó a Pedro Sánchez si quería prohibir “las whiskerías” y “los camiones” o “los diamantes de Harry Winston” y “los bolsos de Prada”.

Este argumento lo justificó con una anécdota basada en los años 70 en su restaurante favorito de Barcelona, Via Veneto. El jefe de sala del establecimiento le dijo a una señorita de compañía que “las mujeres dudosas no son bienvenidas a esta casa”, a lo que ella le respondió que “¿dudosa, yo? No, señor, yo soy pu**. Dudoso es lo que estas esposas y sus joyas les cuestan a sus maridos”.

En la misma línea, Sostres acusó a “la izquierda y el feminismo” de no querer resolver el problema “sino “sino exprimirlo para su agitación y su propaganda”. 

Según Sostres, la prostitución ha “sobrevivido” hasta la actualidad “porque está en nuestra naturaleza: en los lupanares y en las más sórdidas calles […] así como en nuestra cotidianidad sentimental, incluso familiar, pocas veces ajena -si lo piensas bien- a la transacción, simbólica o material”.