La exhumación de José Antonio Primo de Rivera ha dejado imágenes icónicas. Si bien la salida de los restos mortales del fundador de la Falange no es tan ilustrativa como lo fue la de Franco, es igualmente importante en tanto en cuanto con ello se cierra un capítulo de la historia negra de España. Más allá de lo puramente informativo y de la seriedad del tema, en redes sociales siempre se libra una actualidad paralela, cargada las veces de sorna y cachondeo. Esto ha vuelto a pasar este lunes con la foto del que muchos han calificado como el doble de Loquillo. La imagen, del diario El País, ha hecho las delicias de Twitter, que se ha llenado de comentarios y no han dejado de sacar parecidos al protagonista de la instantánea.

Bandera de la falange en mano, pañuelo rojo al cuello, brazalete con los colores de España en una manga, cinturón, tupé y gafas de sol han servido para que los usuarios den rienda suelta a su imaginación y le dediquen cientos de comentarios tanto a él como a la mujer que le acompaña, a quien alguno ha llamado “señorita Rottenmeier”, en su caso sí, con camisa azul. Así las cosas, pueden leerse comentarios del tipo “Loquillo está envejeciendo fatal” o “será graciosa la estampa de este espécimen, mezcla de Loquillo, Makinavaja y Martínez el facha”.

Un dispositivo policial ha cubierto la salida del cortijo fúnebre por el que han salido dos coches los restos mortales del expolítico. A homenajearlo han asistido apenas 200 personas entre las que se incluyen familiares y amigos.

Operativo discreto

Los restos han sido exhumados del antiguo Valle de los Caídos, actualmente Valle de Cuelgamuros, donde los operativos han trabajado desde primera hora de la mañana de la manera discreta en la que habían pedido los allegados. Primo de Rivera ha descansado 64 años en la capilla situada bajo la cruz gigante que el dictador mandó construir a presos republicanos y otros reprimidos del régimen, hasta el día de hoy, que pasará a hacerlo en el cementerio de San Isidro, situado en Carabanchel. Los restos del líder falangista han descansado en el mausoleo fascista durante cuatro años más que los de Franco, habida cuenta de que el cuerpo del dictador salió del Valle en octubre de 2019.

La actuación se enmarca en la recientemente aprobada Ley de Memoria Democrática, la cual insiste en la “resignificación” del Valle para que se convierta en un lugar de homenaje a las víctimas silenciadas por el franquismo. La intención última pasa porque el imponente espacio se quede como un cementerio civil, tal y como ha explicado en reiteradas ocasiones el ministro de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.

Los restos del fundador de Falange, fusilado el 20 de noviembre en 1936 en la cárcel de Alicante, descansarán desde el día de hoy en el cementerio de San Isidro, junto a otros familiares. Sus restos permanecerán ya previsiblemente para siempre al lado de la fundadora de la Sección Femenina de Falange, Pilar Primo de Rivera, y de su tío Fernando Primo de Rivera y Orbaneja, hermano del dictador fallecido en Marruecos. El dictador Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, padre de José Antonio, también estuvo enterrado en el recinto ubicado en el distrito madrileño de Carabanchel hasta 1947, cuando sus restos fueron trasladados a Jerez.

Franco, Queipo de Llano, Primo de Rivera, Milan del Bosch…

La ley de Memoria Democrática ya ha logrado la resignificación de algunos lugares y la exhumación de varios de los máximos exponentes del franquismo. Ejemplos de ello, además del propio Franco, son Queipo de Llano -exhumado de la basílica de La Macarena en 2023- y a quien seguirán el golpista Milans del Bosch y José Moscardó en el Alcázar de Toledo.

De una forma discreta, los restos de Primo de Rivera han sido exhumados y sacados de Cuelgamuros alrededor de la una del mediodía. Precisamente este lunes, que se cumplen 120 años de su nacimiento, tiene también lugar su quinto entierro desde que fuera fusilado al inicio de la Guerra Civil, ya que después de esto fue enterrado en una fosa común en el Cementerio de Alicante junto a otros fusilados hasta que terminó el conflicto. En aquel momento fue trasladado a un nicho con todos los honores.

Allí estuvo hasta el 19 de noviembre de 1939, cuando el mismo Franco ordenó su entierro en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. No fue hasta marzo de veinte años después cuando sus restos fueron depositados por primera vez en el que sería durante mucho tiempo Valle de los Caídos.