De acuerdo con la lista Forbes de mayores fortunas del mundo, Elon Musk ocupa el primer puesto, con aproximadamente 268.000 millones de dólares en su haber. Esta elevada fortuna procede en su mayor parte de las acciones de Tesla, una de las compañías que preside. Sin embargo, a Musk no se le conoce por sus caprichos ni por llevar una vida llena de lujos, sino más bien lo contrario.

Su expareja, la cantante Grimes, confesaba en una entrevista con Vanity Fair que Elon Musk no es tan rico como muchas personas lo ven”. “Su estilo de vida no es el de un multimillonario. A veces parece vivir por debajo del umbral de la pobreza”, indicó también. Estas palabras, que fueron fruto de polémica en su momento, pueden servir para imaginar la austeridad que el empresario sudafricano aplica en su día a día.

Pese a ello, el magnate sí que destinó parte de su fortuna a un capricho en concreto: un jet privado valorado en 70 millones de euros. El Gulfstream G650ER, adquirido por el empresario en el año 2016, cuenta con más de 30 metros de longitud, capacidad para transportar dos pilotos y 19 pasajeros en su interior, una cocina, una sala de estar con comedor con asientos de cuero y televisión y un baño con todas las comodidades necesarias.

Este es el único capricho o excentricidad que se le conoce, más allá de su controvertida personalidad en las redes sociales. En una charla TED con el periodista Chris Anderson, Musk justificaba la millonaria inversión como una forma de estar centrado en su trabajo: "La única excepción que he hecho es el avión, pero si no lo uso, trabajo menos horas. Es una herramienta para mejorar mi productividad", explicaba, confirmando así la austeridad mencionada anteriormente y su estilo de vida sin excesos remarcables.