Paz Padilla ha sufrido un nuevo golpe. El juicio que se iba a celebrar este martes 31 de mayo en el que la presentadora se vería las caras con los directivos de Mediaset, ha sido aplazado hasta nueva orden.

El periodista Jesús Manuel Ruiz de ESdiario ha adelantado esta información asegurando que los abogados de la presentadora se han enterado de la cancelación de la cita judicial escasas horas antes de su celebración: “La parte que ha solicitado la suspensión ha sido Mediaset, la parte demandada”.

A pesar del anuncio inesperado, estas situaciones pueden llegar a ser “habituales” por diversas causas, como otros compromisos del abogado o la falta de algún documento o prueba relevante para el trascurso del juicio. Aún se desconoce cuál será la nueva fecha, pero el medio en cuestión apunta en que se sabrá “en los próximos días”.

Paz Padilla pretende “dar carpetazo” al asunto

Según apunta el periodista citado, la gaditana ya lo tendría “todo preparado” para el juicio, tanto la prueba documental como la testifical: “La actriz quiere dar carpetazo a una etapa y comenzar otra”, detalla.

Paz Padilla espera conseguir que su despido se valore como “nulo o improcedente”. Sin embargo, Mediaset busca que sea “procedente al abandonar su puesto de trabajo” el pasado 20 de enero, cuando esta y Belén Esteban protagonizaron una fuerte discusión en Sálvame con motivo de las vacunas contra el coronavirus.

A esperas de conocer lo que pueda pasar, otro escenario que cabe tener en cuenta es que la sentencia pueda ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Este caso recuerda al protagonizado por el excolaborador del programa de Telecinco y exmarido de Rocío Carrasco, Antonio David Flores, quien sí consiguió condenar a la Fábrica de la Tele y recibir una indemnización por su despido improcedente.

Futuro profesional

Tras su despido de Sálvame y la gira por su obra de teatro y libro El humor de mi vida, la también actriz se embarcó recientemente en un nuevo proyecto de lo más inusual: la venta ambulante. Junto a su hija, Anna Ferrer, y su marca de ropa No ni ná, recorren distintos puntos de la geografía española vendiendo distintos artículos y prendas femeninas en su furgoneta rediseñada.