Tras 19 días bloqueados en el Mar Mediterráneo, los 83 inmigrantes que todavía permanecían en el barco Open Arms consigueron desembarcar en las costas italianas de Lampedusa. Las difíciles jornadas que han vivido los pasajeros y la tripulación junto a la pasividad de la Unión Europea han hecho que la nave de rescate cope la actualidad.

Han sido muchas las voces que denunciaron la situación que vivía el barco español y que exigían una solución. Entre las más conocidas está la del jugador de baloncesto de Marc Gasol. Durante una entrevista en la Cadena Ser, el deportista explicaba que “se tiene que poner una solución pero no debe ser de un país, debe ser conjunta porque es un problema global”.

"El ejemplo que damos a las próximas generaciones de como lidiar con estos problemas es una responsabilidad que tenemos que aceptar y sobre todo tratar con un poco más de humanidad”, continuó para luego añadir, “es un tema difícil y que hay que afrontar. Son personas, padres y madres, niños y niñas que no se van de casa por gusto, no vienen de turismo ni vienen a quitarle el trabajo a nadie, huyen de guerras y mafias. Un poco más de empatía y humanidad en estos casos estaría bien".

Este tema toca muy de cerca al jugador de baloncesto que el pasado julio participó en las tareas de rescate del Open Arms en las aguas del Mediterráneo.