Novak Djokovic lleva más de una semana siendo el centro de atención internacional después de que el Gobierno australiano lo haya mantenido aislado en un hotel al haber entrado al país sin estar vacunado contra la covid-19. Tanto en el mundo del deporte como en el debate público se ha abierto el debate sobre la postura del tenista y de las autoridades australianas, y así se han sumado distintos rostros famosos.

Frank Cuesta fue uno de ellos. El aventurero se pronunció el pasado viernes sobre la polémica a través de sus redes sociales asegurando que, a pesar de que no está de acuerdo con el pasaporte covid, "cada país tiene sus reglas, y si no las cumples pues para tu casa”, señaló en alusión al deportista serbio. Por estas palabras el herpetólogo fue el blanco de una oleada de críticas e insultos a través de Twitter.

En un intento de volver a aclarar sus declaraciones, Cuesta ha sentenciado la controversia en las redes con otros dos nuevos mensajes: “Hace días expresé mi opinión y me tiraron el mayor hate de mi historia en Twitter. Hoy sigo pensando que Djokovic es un gilipollas, que cree que está por encima del resto del mundo. Espero el mismo hate, pero ¿cómo lo defenderán ahora al nuevo Jesucristo? (así lo definió su padre)”, rezaba su tuit.

 

Al volver a recibir cientos de mensajes cargados de críticas hacia él y hacia su mujer, el aventurero despejaba la incógnita de su propia decisión sobre las vacunas, desvelándole a un usuario que él tampoco está vacunado contra el virus en una respuesta a un comentario. "Yo no me he vacunado, no he viajado y vivo aislado del mundo", aclaraba.

Tensiones entre Serbia y Australia

Desde que se dio a conocer que el tenista de élite debía aislarse en un hotel de Australia al no estar vacunado contra el virus, tanto el padre de Djokovic como el Gobierno serbio se posicionaron fervientemente en contra de las posiciones del país donde se va a celebrar el Open de Australia 2022, donde es obligatorio aportar el pasaporte covid para entrar.

Este lunes el juez Anthony Kelly ordenó la puesta en libertad del número 1 mundial, aunque aún queda en el aire si el Ministerio de Inmigración australiano le retirará al tenista su visado.