Toñi y Kike estaban dispuestos a encontrar el amor en First Dates y comenzaban su cita con un brindis por su velada, que no parecía empezar mal. Nada más verse se agradaron y al ir hacia la mesa él le acercó la silla, un gesto que agradó a Toñi. Sin embargo, pese a este comienzo su encuentro no acabó de la mejor manera y estuvo plagado de continuos momentos de incomodidad.

Toñi se presentó como una mujer divertida que suele caer bien a la gente y a la que le gusta mucho divertirse; desafortunada en el amor, ya que no ha encontrado a nadie desde que murió su pareja, y es madre soltera pues el padre la dejó a los cuatro meses de embarazo. Acudía al 'dating show' de Cuatro para buscar a un hombre que sea majete, como le confesó a Carlos Sobera.

Por su parte, Kike, también se definió como un tipo alegre y jovial que siempre tiene una sonrisa en la boca. Bromeó con Sobera nada más entrar al restaurante y le contó que tuvo dos relaciones muy bonitas, pero que terminaron como el rosario de la aurora.

Una cita sin conexión

Acomodados ya en la mesa y con la cena servida, la pareja comenzó a conocerse y hablar de sus respectivas vidas. Kike parecía buscar la polémica mostrándose contrario y sacando un ‘pero’ a todo lo que exponía Toñi. Si ella tenía perro, a él no le gustaban. Ella veraneaba en Torrevieja, él odiaba las aglomeraciones. Si ella va de discotecas, él prefiere quedarse en casa. Ella hacía deporte, el nada. A Toñi le gustaba leer, pues él no había tocado un libro en su vida. Y así con varios temas de los que hablaba la mujer.

Ya empezaba a quedar claro que ambos no eran muy compatibles. Incluso, cuando ella comentó que tenía una hija con la que estaba muy unida y vivían juntas, por lo que prefería una relación con domicilios separados, él le espetó: “No quiero ninguna carga familiar de nadie, eso es un peso y un lastre para una pareja”.

El polémico comentario sobre feminismo de Kike

A ambos no se les veía muy contentos con su cita, tenían más ganas de irse que de quedarse. Al acabar, cuando tocaba pagar la cuenta, Kike soltó que se le acababa de venir una pregunta a la cabeza. "¿Eres feminista?", preguntó el soltero, mientras les entregaban la cuenta. Toñi le dijo que sí y él respondió: "¿Sí? Pues pagas tú. ¿No queréis igualdad? Pues ahí tienes". Ante el comentario, a Toñi no le supuso ningún inconveniente y pagó. “No tengo ningún problema en pagar. Me da igual. No es por feminista y no feminista. La igualdad ante todo. Puedo pagar igual que él”, dejó claro la soltera.

En ‘La decisión final’, ambos lo tenían claro y rechazaron una segunda cita. Kike alegó que no quería volver a quedar con Toñi porque tiene una carga familiar y él quiere "una convivencia total y absoluta. Por su parte, ella explicó que buscaba algo "más moderno, joven y afín".