Las presiones ejercidas por el sector más conservador de la sociedad española sobre las empresas que tienen como imagen al cómico Dani Mateo han provocado que una de ellas, Cínica Baviera, haya prescindido de él.
La empresa ha explicado su postura, basándose en tres puntos: "Defendemos la libertad de expresión, pero siempre dentro del marco legal vigente". Además, añaden que "como no puede ser de otra manera, estamos del lado de nuestra Constitución y del marco de convivencia que supone y, por lo tanto, abogamos por el respeto a los símbolos que representan ese espacio de convivencia". Por otra parte, "dicho esto, no podemos defender expresiones como las realizadas por Dani Mateo, motivo por el cual hemos decidido retirar las acciones publicitarias con el mismo".
Ante la polémica suscitada en las últimas horas, por el sketch realizado por Dani Mateo, queremos manifestar: pic.twitter.com/yiRPffnB53
— Clínica Baviera (@clinicabaviera) 2 de noviembre de 2018
La Sexta ha retirado de su página web el sketch en el que Dani Mateo aparece sonándose los mocos con una bandera de España por el revuelo generado. El vídeo, no obstante, aún se puede ver, ya que el programa íntegro sí que está subido, pero la cadena ha decidido retirar la pieza suelta para evitar polémicas.
Dani Mateo se suena los mocos con la bandera de España y la llama "trapo". Esta sociedad ha perdido los valores, la educación y la vergüenza, y eso no es cosa de izquierdas o derechas. Roures, el accionista independentista de Atresmedia, debe estar aplaudiendo con las orejas. pic.twitter.com/WiGXSQ6Zh5
— El Periodista Camorrista (@PCamorrista) 1 de noviembre de 2018
En el skecth, Dani Mateo parodiaba la lectura de un artículo de la Constitución, lectura que ese mismo día había hecho la princesa Leonor. El humorista aparece leyendo un prospecto de Frenadol con una bandera a su lado y el himno de España sonando. Simula un estornudo cuando dice: “Ostia, perdón. Perdón. ¿Qué he hecho? Yo no quería ofender a nadie. Sana, sana, culito de rana. No quería ofender ni a los españoles ni al rey, ni mucho menos a los chinos que venden estos trapos… ¡No! ¡Trapo no! Perdón… Señores de la Audiencia Nacional, no soy yo, son las contraindicaciones”.