Madrid es una ciudad mal acostumbrada a aglomeraciones masivas. La capital española está tan sobrepoblada y recibe tal cantidad de turistas que, en ciertas fechas, es completamente imposible desplazarse por sus calles sin verse envuelto en una muchedumbre de miles de personas. Las Navidades son precisamente una fecha sensible en este sentido, en tanto que la gente se echa al centro a ver las luces navideñas y a hacer las compras festivas.

Sobre esta masificación ha reflexionado el usuario de X (antes Twitter) Daniel Méndez, publicando un hilo con un análisis sobre la situación que le ha valido el aplauso de un buen segmento de la red social.

"Madrid es la capital del tumulto. Hay colas por todos lados. 4 horas para comer una hamburguesa en el food truck de Dabiz Muñoz que acaban en reyertas. Colas de 200 metros para comer un buñuelo de bacalao. Turnos de más de 100 personas para comprar un bocadillo de calamares", arranca diciendo.

"Colas de magufos de las matemáticas que dan la vuelta a la manzana para comprar en Doña Manolita. Colas para comprar un mollete de tortilla de alta cocina en el Barrio de Salamanca", prosigue, en referencia a las miles de personas que se aglutinan en fila para comprar un décimo de lotería de Navidad en la emblemática administración.

 

El fenómeno de la 'jaranafilia'

"Mucha gente en España sufre jaranafilia, esa psicótica necesidad de ir a lugares llenos de gente y de ruido, de llegar a una playa vacía donde solo hay dos sombrillas y colocar la tuya junto a una de ellas (basado en un hecho real), de tirar petardos en comunión...", escribe Méndez, relatando lo acostumbrados que están algunos españoles a los lugares abarrotados de gente.

"Es la España que se va de puente a una ciudad contaminada, atestada de obras, de ruidos, de atascos y coches. Una España que ama la muchedumbre, el jolgorio, el infierno en vida". Así define Madrid este tuitero: como una "distopía de la espera".

"Madrid es la urbe perfecta para esos compradores de papel higiénico, para los jaranafílicos: una ciudad cada vez más desustanciada, focalizada en echar a sus ciudadanos y en llenarla de turistas desubicados", reflexiona. 

 

"Esa gente, la gente que necesita la muchedumbre, la gente que tiene miedo a estar sola, lo tiene porque sencillamente no se aguanta. Y no me extraña", sentencia Méndez, antes de hacer una reflexión final sobre la gestión de Isabel Díaz Ayuso: 

 

"Son maniacos que han convertido su libertad en una puta cárcel". Este hilo, en esencia, supone una fuerte crítica al modelo de consumo compulsivo que se ha instaurado en las grandes ciudades occidentales, con Madrid como paradigma principal de este fenómeno. Masificación, gentrificación y aglomeraciones en un modelo hostil basado en un capitalismo cada vez más agresivo en el que la libertad se convierte en un manido término que únicamente sirve para medir la capacidad de gasto y de tolerancia al tumulto de cada persona, lejos de su presupuesto significado original.

Hasta el momento de publicación de este artículo, el mensaje acumula, en su tuit de cabecera, más de 8.000 'me gusta' y 4 millones de visualizaciones.