Un "hombre poderoso", así comenzaba calificando Carlos Alsina a Cristóbal Montoro en el momento que decidió llevar a sus oyentes la historia de cuando el ex ministro de Hacienda trató de presionarle, por todas las vías posibles, para conseguir que su espacio radiofónico abandonara la crítica hacia su figura y acciones. A través de su característica retórica, el presentador contaba cómo "irritado, contrariado y convencido de que el poder le daba carta blanca, convocó en su ministerio a los responsables del programa y de la cadena que lo emitía", pretendiendo, tal y como explicaba Alsina, "que aplaudiera cada noche sus decisiones y lo celebrara a él como el hombre que estaba arreglando España".
Un relato digno de una novela negra, pero que, lejos de ser ficticio, llevaba a Alsina a vivir una curiosa realidad cuando Montoro todavía llevaba en sus manos la cartera ministerial. De alguna manera, el exministro trató de llamar a la razón, o lo que él consideraba como tal, al presentador de Onda Cero. En su día "primero invocó las oportunidades de negocio que se abrirían en el país gracias a su sabiduría y su acierto innegable: oportunidades de negocio, dijo, para aquellos que remen a favor, del gobierno, se entiende. Y visto el éxito, cero, que obtuvo su apelación cambió de táctica e invocó lo contrario. El castigo fiscal que podrían sufrir las empresas que no entraran por el aro", narraba Alsina.
Una amenaza que no surtió el efecto esperado por parte del que fuera ministro durante los gobiernos de Aznar y Rajoy, llevándole, como detallaba el periodista a aumentar el tono de sus palabras.
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Más de una década ha pasado de aquello, 13 años concretamente. Ahora, el presentador afirma ignorar a dónde llegará la causa que investiga el juez, por un presunto trato de favor a empresas gasistas del ministerio de Hacienda en los tiempos de Montoro. "Sospecha el juez que estas empresas obtuvieron reformas legales favorables pasando primero por caja del despacho de abogados, más bien lobby, que había fundado el ministro en el tiempo en que fue ex ministro de Aznar y antes de volver a ser ministro con Rajoy", explicaba Alsina.
Como suele decirse coloquialmente, historias para no dormir y que formarían parte de los episodios más oscuros de la historia política de España. Un suceso que a Carlos Alsina le deja una conclusión clara: "Para demostrar que el ministro entendía el poder como una vía para premiar favores, beneficiar a los afines y castigar a quien no tragara, no hace falta, al menos por mi parte, que el juez se esfuerce para demostrarlo".