Como ya te hemos explicado, nos hemos dado cuenta de que todo el conocimiento que han ido compartiendo en las entrevistas que nos han concedido un buen puñado de emprendedoras y emprendedores, no podía perderse. De alguna manera, había que recoger sus consejos, pensamientos, éxitos y frustraciones, para que sirvan de guía a otras personas.

Por eso, hemos decidido dedicar los lunes de estas semanas veraniegas que nos quedan, a recopilarlas y compartirlas [y así de paso, combatir el clásico “parón informativo” estival].

Éramos gente muy motivada con la tecnología

Encuentros en la primera fase

Si una cosa hemos aprendido es que la mayoría de los proyectos de emprendimiento nacen del “encuentro” de dos o varias mentes que comparten una preocupación común.

Es el caso de Plant on Demand, cuya CEO, Natalia Valle, nos hablaba de su startup de emprendimiento social que se ha propuesto apoyar la digitalización de los pequeños productores ecológicos para facilitarles el acceso a nuevos mercados.

Los cofundadores se conocieron en Finlandia. “Éramos gente muy motivada con la tecnología, pero también conscientes de que es una palanca de transformación y de cambio para conseguir un mundo más sostenible, más justo, más ético para todos”, recuerda Valle.

También los fundadores de Aplanet partieron de una preocupación común: “Nos dimos cuenta de que en todas [las grandes empresas] había una necesidad cada vez mayor de gestionar la sostenibilidad en las organizaciones, la recogida de datos sociales y ambientales o incluso empresas que están cambiando su visión para incorporar la sostenibilidad a la estrategia”, nos contaba Johanna Gallo.

Al igual que Eduardo Fierro, Jon Ander Fernández y Haize Trueba, los fundadores de Kuvu, una empresa social ha creado una plataforma de búsqueda de compañero de piso especialmente diseñada para ayudar a personas de más de 55 o 60 años. “Nos dimos cuenta de que hay personas mayores que tienen habitaciones libres y las quieren compartir, pero no pueden hacerlo porque tienen miedo. Montamos Kuvu para solucionarlo”, explican.

Para emprender, lo que más me ha ayudado es rodearme de gente que ya lo estaba haciendo

Rodearte de gente

Germán Agulló, Héctor Arana y Óscar Bárcenas, los fundadores de GDV MOBILITY, lo descubrieron un día que salieron a dar una vuelta con la bici. “Vimos un patinete tirado y nos dimos cuenta de la realidad que estaba pasando. Que no había un recambio”, nos contaba el primero de ellos. “¿Un patinete tiene que ser de usar y tirar? ¿No lo puedes arreglar? Eso no es fomentar la movilidad”, es su reflexión.

Agulló tiene 21 años y no ha ido a la universidad, ni tiene un MBA. Ha aprendido todo lo que necesitaba por su cuenta y eso ha hecho que se conozca cada detalle del comercio internacional. Lleva trabajando desde los 14 años, cuando la crisis obligó a que cada quien aportase lo que pudiera a la economía familiar. Sabe lo que es ser monitor de un parque infantil y lo que es gestionar la operativa de una empresa de exportación a Estados Unidos.

Con esos conocimientos y con el apoyo de sus dos socios, se ha marcado el objetivo de cambiar el sector de la movilidad personal.

María González es la CEO de Tucuvi, una startup que lleva más de dos años y medio creando dispositivos y bots para ayudar a las personas, explica que “para emprender, lo que más me ha ayudado es rodearme de gente que ya lo estaba haciendo. Y gente del sector. Te da una visión completa de dónde puedes estar dentro de unos años y cómo hacerlo lo mejor posible. Te ayudan a ver qué pasos tienes que dar”.

Al final, la respuesta la tienes tú

Sin renunciar a tus ideas

Pero, saber rodearte de personas que aporten valor no significa renunciar a tus propias ideas. Eso lo tiene bien claro Sana Khouja, fundadora de Zeena, que comecializa vino en lata. Por eso da un consejo a quienes estén pensando en seguir sus pasos: “Escucharte y no escuchar tanto a la gente. Al final, la respuesta la tienes tú. Confiar en ti. Para mí eso ha sido la clave para que esta vez funcionase”.

Algo en lo que coincide Alicia Zurita, fundadora de Lubets, una marca de lubricantes: “Me gusta tener socios e inversores. Me parece que aportan mucho. Los exprimo en conocimientos, en contactos. Me gusta tener compañeros de viaje que aporten. Todo lo que sea talento…”.

Aunque añade que “ir en solitario es duro, pero es verdad que al principio, para centrarte y para arrancar es mejor. Quizá con un socio te despistas más”.