Los vehículos de movilidad personal [VMP] cada vez llenan más las calles de nuestras ciudades. Se estima que hay más de un millón, pero no en todos los casos se encuentran en el mejor estado. Y eso puede ser un gran riesgo para la salud de quienes los usan.

El estudio Pruebas de choque (crash-tests) de patinetes eléctricos y riesgos asociados a su proceso de recarga: recomendaciones para un uso seguro, elaborado por la Fundación Mapfre, señala que “a una velocidad de 25 km/h el riesgo de lesiones graves es ya considerable, tanto desde el punto de vista del conductor del patinete eléctrico como de los peatones contra los que el primero pueda chocar”.

¿Un patinete tiene que ser de usar y tirar? Eso no es fomentar la movilidad

Recambios

Así lo pudieron comprobar Germán Agulló, Héctor Arana y Óscar Bárcenas, los fundadores de GDV MOBILITY, un día que salieron a dar una vuelta con la bici. “Vimos un patinete tirado y nos dimos cuenta de la realidad que estaba pasando. Que no había un recambio”, nos explica el primero de ellos. “¿Un patinete tiene que ser de usar y tirar? ¿No lo puedes arreglar? Eso no es fomentar la movilidad”, es su reflexión.

Agulló tiene 21 años y no ha ido a la universidad, ni tiene un MBA. Ha aprendido todo lo que necesitaba por su cuenta y eso ha hecho que se conozca cada detalle del comercio internacional. Lleva trabajando desde los 14 años, cuando la crisis obligó a que cada quien aportase lo que pudiera a la economía familiar. Sabe lo que es ser monitor de un parque infantil y lo que es gestionar la operativa de una empresa de exportación a Estados Unidos.

En un sector tan novedoso como este, no hay inteligencia artificial

Cambiar el sector

Con esos conocimientos y con el apoyo de sus dos socios, se ha marcado el objetivo de cambiar el sector de la movilidad personal. “En un sector tan novedoso como este, no hay inteligencia artificial, no hay machine learning, no hay big data, no hay analytics. Esas son las herramientas que estamos intentando impulsar, con desarrollos propios. Para poder ayudar a programar y tener más recambios, más stock, poder predecir para no tener los problemas que estamos teniendo ahora”.

Su solución es “un modelo de plataforma de distribución. Somos una distribuidora de recambios para patinetes. Es un sector muy nuevo, en el que no hay calidad, no hay una homologación”, explica.

Un proyecto con cinco fases de desarrollo en cinco años, que quiere aprovechar la nueva legislación que entrará en vigor el 24 de enero de 2024: “Muchos de nuestros productos tienen que cumplir una normativa y contar con una homologación. Y en China no tiene pinta de que se vayan a querer adaptar a esa homologación, lo vamos a tener que montar nosotros”.

Algo que va a impactar directamente en “un sector en el que hay homologaciones falsas en los patinetes. O en los cargadores. Para nosotros eso es muy importante, porque la gente se juega la vida en un patinete”.

En España seguimos teniendo la misma movilidad que hace 40 años

Escasez

Agulló prevé que “en unos meses vamos a tener serios problemas con el neumático del patinete”. Por eso, su solución utiliza inteligencia artificial para gestionar el stock y anticiparse a las necesidades futuras. Ahora mismo, sirven recambios a unas 6.000 tiendas a través de 500 distribuidores.

El paso de fabricar en China a hacerlo en España también es uno de los grandes retos. “El mes que viene tendremos ultimados los primeros moldes”, nos cuenta. El primer producto es un casco homologado que se fabricará en Alicante, “con plástico reciclado, extraído del mar” de esa misma ciudad. Esperan que esté disponible para marzo. “Nuestra idea es traer toda la producción que podamos en España”, explica.

A su juicio, los recambios “son una de las claves” para explicar por qué “en España seguimos teniendo la misma movilidad que hace 40 años”. Su experiencia personal y la de los otros dos fundadores [que han vivido en Bélgica y en Holanda] confirma que ese es el motivo principal.

Lo de sé tu propio jefe lo dice alguien que no sabe lo que es

Emprendimiento difícil

Asegura que el emprendimiento no es tan sencillo como lo pintan: “Lo de sé tu propio jefe lo dice alguien que no sabe lo que es”, afirma entre risas. Eso sí, asegura que “siempre hemos tenido un perfil emprendedor. Mis dos socios han tenido antes empresas. Yo soy hijo y nieto de mayoristas. Mi padre montó su empresa cuando yo era pequeño. Es algo que siempre hemos tenido”.

Sin embargo, su visión de la venta mayorista es diferente a la de su progenitor y se apoya más en la tecnología, que a su juicio parece “inexistente” en el sector.

Su posición en la cadena de valor les ofrece una buena oportunidad para hacerlo: “Tenemos un modelo de distribución muy en árbol. Nosotros servimos a mayoristas que normalmente son quienes venden a las tiendas pequeñas, de barrio. Como primera entrada en el sector, tenemos que ir introduciendo la tecnología, que esté adaptada a nuestros clientes y les ayude a predecir”.

Y también es más ecológica: “Todas nuestras cajas son de cartón reciclado y reciclable. Estamos eliminando todo el papel. No tenemos tarjetas de visita, tenemos un NFC”.

La tecnología tiene que ser real, tiene que ser factible

Futuro

Agulló y sus socios miran al futuro con esperanza. “Estamos ahora mismo muy centrados en ronda de financiación y nos enfocamos en inteligencia artificial. La tecnología tiene que ser real, tiene que ser factible”, explica.

Pero, para hacerlo bien, tienen que partir de la experiencia personal: “Podemos intentar aplicar la inteligencia artificial en la venta al por mayor, pero tenemos que tener una distribuidora para saber lo que es llenar un camión de material, para saber cuando tengo 100  o 150 pedidos, cómo aplicarla para reducir los tiempos o para poder tener esa capacidad”.

Los tres siguen saliendo con sus bicis, recordando los tiempos en los que Agulló era semiprofesional sub-23, pero con la mirada fija en el próximo verano, cuando presentarán su solución en una de las ferias más importantes del mundo, en Alemania.