La diabetes, enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, ha experimentado un gran aumento en los últimos años y es la causante de multitud de fallecimientos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes fue responsable de 4 millones de muertes en 2017.

Se desarrolla cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no utiliza eficazmente la insulina que produce. Por eso, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Diabetes, hemos querido arrojar un poco de luz sobre esta enfermedad que aunque conocida, se toman muy pocas pedidas a nivel sociedad para prevenirla.

En Latinoamérica, la diabetes ya es la cuarta causa de fallecimiento

La amenaza creciente de la diabetes

Desde 1980, el número de personas que padecen diabetes ha seguido aumentando en todo el mundo. Latinoamérica es el continente más afectado por este incremento de casos y en el que se ha convertido en la cuarta causa de fallecimiento. En 1980, había aproximadamente 108 millones de personas con diabetes, mientras que en 2017 se estimaba que la cifra de adultos afectados era de 425 millones.

El Día Mundial de la Diabetes fue creado en 1991 por la OMS y la Federación Internacional de la Diabetes (FID) precisamente como respuesta a la creciente preocupación sobre esta enfermedad. En 2006, se convirtió en un día oficial de las Naciones Unidas. Desde entonces, se celebra cada año el 14 de noviembre, coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Sir Frederick Banting, quien junto con Charles Best descubrió la insulina en 1922.

Hay diferentes tipos de diabetes, que se suelen desarrollar en etapas de la vida diferentes

Tipos de diabetes

A pesar de ser una única enfermedad, la provocan causas diferentes y da lugar a distintos tipos de afección. La diabetes tipo 1, anteriormente conocida como diabetes insulinodependiente o juvenil, se caracteriza por la falta de producción de insulina en el cuerpo.

Por otro lado, la diabetes tipo 2, antes denominada diabetes no insulinodependiente o del adulto, se produce cuando el cuerpo no utiliza eficazmente la insulina que produce, a menudo debido al exceso de peso o la inactividad física. Además, existe la diabetes gestacional, que se desarrolla durante el embarazo.

Millones de personas en todo el mundo no pueden acceder a la atención médica que necesitan para controlar la diabetes y evitar complicaciones

Riesgos y vigilancia

Es importante destacar que todos los tipos de diabetes pueden provocar complicaciones en diferentes partes del cuerpo y aumentar el riesgo de muerte prematura. Además está estrechamente relacionada con factores de riesgo adicionales, como el sobrepeso y la obesidad.

A pesar de que han pasado cien años desde el descubrimiento de la insulina, millones de personas en todo el mundo no pueden acceder a la atención médica que necesitan para controlar su enfermedad y evitar complicaciones. Es fundamental que los diabéticos reciban una supervisión y apoyo continuos para manejar su condición.

Reducir el consumo de azúcar puede ser una medida eficaz

Algunos consejos

Reducir el consumo de azúcar puede ser una medida eficaz para prevenir el desarrollo de la diabetes y mantener un estilo de vida saludable en general. Pero no es lo único que puedes hacer. Te proponemos algunos consejos de la OMS que puedes adoptar para prevenir esta enfermedad:

  • Lee las etiquetas de los alimentos: familiarízate con los diferentes nombres que se utilizan para el azúcar, como sacarosa, jarabe de maíz, fructosa, entre otros. Evita aquellos que contengan azúcares añadidos en cantidades excesivas.
  • Reduce el consumo de bebidas azucaradas: las bebidas azucaradas, como los refrescos y los jugos de frutas comerciales, suelen contener grandes cantidades de azúcar. Opta por agua, infusiones sin azúcar o zumos naturales sin añadir azúcar.
  • Elige alimentos con bajo índice glucémico: los alimentos con bajo índice glucémico liberan glucosa en el torrente sanguíneo de manera más lenta, lo que ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre. Algunos ejemplos son las legumbres, los cereales integrales y las verduras no almidonadas.
  • Aumenta el consumo de fibra: los alimentos ricos en fibra, como las verduras, las frutas, los cereales integrales y las legumbres, pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre. La fibra también proporciona una sensación de saciedad, lo que puede ayudarte a controlar el apetito y reducir la ingesta de alimentos dulces.
  • Controla el estrés y duerme lo suficiente: el estrés crónico y la falta de sueño pueden afectar negativamente los niveles de azúcar en sangre. Prioriza el manejo del estrés y asegúrate de dormir lo suficiente para mantener un equilibrio saludable.

Recuerda que siempre es recomendable consultar con un profesional cuando tengas cualquier duda, la información siempre es una gran herramienta a la hora de prevenir cualquier tipo de enfermedad.