Antes de los Rafa Nadal, Roger Federer o Novak Djokovic, el mundo del tenis tuvo otras leyendas. Entre finales de la década de los 70 y principios de los 80, se desarrolló una de las rivalidades tenísticas más históricas. Dos estadounidenses y un sueco dominaban el circuito y se repartían los torneos individuales: Jimmy Connors, John McEnroe y Bjon Borg. Este último decidió ponerle fin a su carrera con tan solo 26 años, pero su nombre aún resuena en las pistas. ¿Qué ocurrió para que uno de los mejores tenistas del momento se retirase tan joven?

 

Un ascenso meteórico

Borg nació en Estocolmo en 1956, y pronto mostró una gran habilidad con la raqueta. Con apenas 15 años debutó en toda una Copa Davis en Bastad, consiguiendo darle a Suecia su primer punto en el torneo, y en 1973, solo un año después, logró avanzar varias rondas en Grand Slam, destacando los cuartos de final que alcanzó en Wimbledon.

Su nombre se popularizó y se convirtió en una estrella que contaba con un ejército de fans, no solo por su nivel con la raqueta. Se podía decir que el sueco era todo un sex-symbol. Tanto es así que el All England Club se vio obligado a tomar medidas para contener a sus fanáticas. Según el propio Borg, “había chicas por todos lados, en las pistas, en la entrada del club, en los restaurantes y en el hall del hotel”.

Con el paso del tiempo se ganó el apodo de “el Hombre de hielo” por su origen escandinavo y su actitud fría en el campo (en inglés le llamaban ‘IceBorg’, un sencillo juego de palabras). Borg fue el primer tenista que contó con la presencia de su entrenador en la grada. Este no era otro que Lennart Bergelin, el primer tenista sueco en hacerse con un Grand Slam. Esta dupla fue pionera en la profesionalización de la figura del coach, que hasta ese momento no estaba implantada en el mundo del tenis.

 

Borg vs McEnroe, uno de los mejores partidos de la historia del tenis

A lo largo de su carrera, Borg conquistó 11 Grand Slam: 6 Roland Garrós y 5 de forma consecutiva en Wimbledon. Es el único en hacerse con ambos trofeos durante tres años seguidos (1978-80). Para la historia queda su rivalidad con Jimmy Connors y, sobre todo, John McEnroe. Al primero logró dominarle en sus enfrentamientos con un global de 15-8 (5-3 en Grand Slam y 8-5 en finales), pero el cara a cara con el segundo fue extremadamente igualado con 7 victorias cada uno.

Entre ambos se dio uno de los mejores partidos de la historia del tenis. El Borg-McEnroe en la final de Wimbledon de 1980 quedó grabado en la retina de todo aficionado de este deporte. Un encuentro que marcó lo que sería el futuro del tenis. El estadounidense se llevó la primera manga por 6-1 y el sueco respondió remontando en las dos posteriores. El cuarto set concluyó con uno de los mejores tiebreak que se han visto. 22 minutos de puro tenis en los que McEnroe salvó cinco bolas de partido para llevarlo todo a la quinta manga. Esta concluyó con la épica victoria de Borg por 7-6 y, tras hincar las rodillas en el verde de Wimbledon, “el Hombre de hielo” dejó de serlo por unos instantes, liberando toda la presión que sentía y nunca dejaba ver.

Curiosamente la final se repitió al año siguiente, y en aquella ocasión, McEnroe tomó su venganza y no fue la última. A finales de 1981, el estadounidense también le arrebató a Borg el US Open en el que fue el último partido del sueco en Grand Slam. En enero de 1983, con 26 años, anunció de forma sorprendente su retirada del circuito, alegando una carencia de motivación para la competición.

 

Una vida ‘post-tenis’ que no fue fácil

Tras su retirada, tuvo que hacer frente a varios problemas económicos fruto de una serie de inversiones fallidas y un elevado estilo de vida. Incluso intentó volver al tenis, usando una raqueta de madera, 10 años después de retirarse, pero no salió como esperaba. Se vio obligado a reinventarse después de declararse en bancarrota en 1996 y se alejó del foco público.

Comenzó un negocio especializado en ropa interior masculina en 1987, marca conocida como Bjorn Borg AB. Con el tiempo, esta se expandió al calzado, ropa deportiva y accesorios, llegando a fortalecerse en países del norte de Europa. Gracias a esta, Borg consiguió darle la vuelta a su delicada situación y se convirtió en un empresario exitoso.

El legado de Borg en el mundo del deporte se mantiene intacto y guarda una buena relación de amistad con su antiguo rival, John McEnroe. En 1987, fue incluido en el Salón Internacional de la Fama del Tenis, una muestra más de lo que significó una de las leyendas más grandes de la historia de la raqueta.