Tras semanas exigiendo explicaciones y responsabilidades al PSOE tras el estallido del ‘caso Cerdán’, al Partido Popular le ha caído como un vaso de agua fría el levantamiento del secreto de sumario del ‘caso Montoro’, con la imputación de Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda en los gobiernos de José María Aznar y Mariano Rajoy, y otras 28 personas físicas y otras seis jurídicas.
A ello hay que sumar la entrevista del narcotraficante Marcial Dorado, conocido por su foto con Alberto Núñez Feijóo, en El Confidencial, que hay quien la tilda como la estrategia del PP para intentar desviar el foco e, incluso, darle la vuelta para atacar al PSOE.
Y es que el contrabandista y narcotraficante ha contado que el PSOE, antes de las elecciones generales, le ofreció dinero “para soltar una bomba contra Feijóo antes de las generales”. Pero también ha dicho que el PP trató de comprarle información. Ante ello, el PP ha señalado que “está claro que tenía más relación con el PSOE que con Feijóo”.
De esta forma, desde Génova han pasado por alto el presunto ‘fuego amigo’ desde dentro de sus filas y se ha centrado en apuntar a los socialistas por las revelaciones de Dorado. “El PSOE da una muestra más de cómo funcionaban esas cloacas que hemos ido conociendo”, ha dicho Ester Muñoz, en referencia a la investigación que hay sobre la exmilitante socialista Leire Díez.
En la entrevista, Dorado ha asegurado que conoció al actual presidente del PP entre el año 1993 y 1994, y que se iban de viajes a Estoril, Ibiza, Cantabria o Baiona. En este sentido, desde el PP se han defendido diciendo que Dorado “no pagaba absolutamente todo” en los viajes a Feijóo.
Vinculación de Montoro con el PSOE
Pero más llamativa es la estrategia que pasa por vincular al imputado Cristóbal Montoro con el PSOE. La derecha, incluida la mediática, buscan echar valores fuera. En este sentido, destaca la intervención de Chapu Apaolaza, de ABC, en laSexta Xplica este domingo asegurando que el exministro de Hacienda del PP es el “último ministro socialista imputado”.
“Primero, en el PP no defienden a Montoro porque hay una coña en el partido que circula últimamente que dice que Montoro es el último ministro socialista imputado, porque se le consideraba por su manera de hacer política”, señalaba en antena, mientras en su columna publicaba una texto bajo el título ‘Cristóbal, el último socialista’.
No es el único rostro de la derecha mediática en alimentar esta estrategia, ya que Julián Ballestero, en La Gaceta de Salamanca, ha hecho lo propio. Bajo el título de ‘Montoro, ese sanchista’, el periodista señala que “este ministro sanchista, incrustado como un parásito en un Gobierno del PP, pueda ir a la cárcel por sus manejos al frente del departamento de Hacienda”.
“Puede sonar raro que Cristóbal Montoro pueda ser calificado de sanchista, porque en los once años que estuvo al frente del Ministerio, primero con José María Aznar y después con Mariano Rajoy, el sanchismo ni siquiera había sido inventado. Pero lo cierto es que el calvo de la sonrisita malévola fue el 'homo antecessor' de las políticas extractivas y las maniobras persecutorias aplicadas por el actual titular de La Moncloa”, continúa.
Para proseguir asegurando que el hoy nuevo imputado del PP se convirtió de esta forma “en un adelantado al sanchismo, aplicando una política socialcomunista que solo Sánchez ha conseguido superar”.
Por su parte, la representante del Grupo Popular en el Congreso ha manifestado que quien tiene que dar explicaciones del ‘caso Montoro’ es el propio Montoro en “sede judicial”, mientras ha criticado a los socialistas por intentar que “esto parezca un empate”.
Sin duda, dos estrategias un tanto llamativas, tanto el tildar a Montoro de socialista y sanchista como el sacar a la palestra al narcotraficante Marcial Dorado días después del estallido del ‘caso Montoro’.