Años en silencio que han acabado este mismo lunes. El conocido contrabandista gallego condenado por narcotráfico y protagonista de uno de los momentos oscuros de Alberto Núñez Feijóo, Marcial Dorado, ha concedido una entrevista a 'El Confidencial' en la que detalla todos los secretos de su amistad con el ex presidente de la Xunta y actual líder del Partido Popular. En la conversación reconstruye sus encuentros, viajes y relaciones compartidas desde la década de los 90 hasta la ruptura definitiva de su vínculo en el año 2002, unos tres o cuatro años antes de ser procesado.
La fotografía de Marcial Dorado junto a Alberto Núñez Feijóo es uno de los mayores talones de Aquiles del líder del principal partido de la oposición. De hecho, sus adversarios políticos la utilizan constantemente en sus refriegas, especialmente desde el Partido Socialista, quienes fundamentaron buena parte de su campaña electoral del 2023 sobre la conocida imagen para laminar la credibilidad de un Feijóo que se presentaba – y continúa haciéndolo, escándalo de Montoro mediante – como adalid contra la corrupción, pese a los nubarrones que genera su relación con el narcotraficante.
En las páginas de El Confidencial, Dorado precisa que conoció al político gallego en torno al año 1993 o 1994, con una primera toma de contacto a través de Manuel Cruz, chófer del que fuera consejero de Industria de la Xunta en aquella época, Juan Fernández. Pese a que el contrabandista ofrece ciertas dudas sobre los orígenes de aquel primer encuentro, sí que alude a una cena que tuvo lugar en Santiago de Compostela, en la que asegura que apenas tuvo relevancia el contenido de la conversación. “No hablamos de nada importante”, señala.
El origen de la amistad
Desde entonces, la relación se intensificó y coincidían con mayor frecuencia. Incluso relata que quedaban acompañados por sus respectivas parejas, compartiendo cenas y salidas por Santiago, la Isla de Arousa o Vigo. “Era todo visible, no había nada que ocultar”, asegura Dorado, al mismo tiempo que recuerda que en aquel grupo de amigos también se incluía el propio Cruz y un joven que, según su testimonio, podía ser un cuñado de Feijóo que entonces trabajaba en el sector bancario. El condenado por narcotráfico detalla que se reunían en torno a 15 o 20 personas y el actual líder del principal partido de la oposición acudía a aquellas citas. “[…] Un día vino con Cruz, otro día tal… Salíamos incluso con las mujeres, tomábamos un vino…”, explica.
Según el testimonio de Dorado, Feijóo, en esos primeros años de relación, ya figuraba como alto cargo de la Xunta de Galicia. Cree que el entonces joven funcionario ocupaba un puesto en la consejería de Agricultura junto a José Manuel Romay Beccaría y que, posteriormente, cuando a éste le trasladaron al departamento de Sanidad, se lo llevó con él; antes de hacer lo propio, pero con dirección a Madrid. “Yo lo conocí cuando estaba en Agricultura. Después [Romay] se lo llevó a Sanidad y luego a Madrid”, sostiene.
Cenas, vinos y fotografías…
La amistad entre Dorado y Feijóo fue vigorizándose con el paso del tiempo; estrechando lazos hasta el punto de que los vinos y las cenas escalaron a viajes en pareja, como una escapada a los Picos de Europa donde acudieron seis parejas, así como otras tantas celebraciones de fin de año en el hotel Albatroz de Estoril (Portugal). “Yo me lo podía permitir. Si alguien no podía pagar, yo lo hacía. Pero nunca hubo nada más”, concreta el contrabandista en un intento por desmitificar relatos que apuntaban a viajes a Andorra. “Vieron nieve y dijeron que era Andorra”, bromea.
Dorado confirma, además, dos viajes a Ibiza a bordo de su yate Oratus, una de sus dos embarcaciones junto al Mencalina. En cualquier caso, precisa que ambos fueron utilizados por el presidente del Partido Popular en sus visitas. El primero de ellos, atracaba en Vigo; mientras que el segundo lo hacía entre Ibiza y Málaga. Respecto a si el ex jefe del Ejecutivo gallego pagaba algo de esos viajes, el contrabandista asegura que “algo” sí que pagaría él, aunque no profundizó.
El contrabandista recuerda reuniones en su casa en la playa de Bayona, a la que Feijóo y su pareja de entonces llegaban en su propio coche. De ahí son precisamente las fotos que atormentan al líder del principal partido de la oposición. Dorado se desentiende de su autoría y sospecha que pudieron ser obra de su mujer o de la pareja del popular. “Se repartían después. Yo las tenía en casa, pero no en álbumes, sino en sobres, junto a papeles de las fincas, de la bodega…”. Según asegura, las imágenes desaparecieron tras el registro que la Agencia Tributaria realizó en su vivienda en 2003, durante la operación South Sea.
Aquella operación se saldó con el decomiso de 6.500 kilos de cocaína y la caída de tres organizaciones criminales gallegas. Un total de 29 personas fueron procesadas, entre ellas Dorado. En el registro de su vivienda, según afirma, los agentes revisaron cajones y sobres donde guardaba también esas fotos, que nunca le fueron devueltas.
“Se las llevaron. Nunca me las devolvieron”, afirma con rotundidad. También aclara que en aquella época no tenía antecedentes penales. “No tenía ninguna condena. La primera fue en 2005”, explica. De hecho, sostiene que durante los años noventa fue absuelto en varias causas, citando una sentencia favorable de 1999 en la que fue exculpado por contrabando en un caso instruido en Barakaldo. En cuanto al fin de su relación con Núñez Feijóo, Dorado sitúa el corte en torno a 2002. Desde entonces, no volvieron a coincidir.