Salomé Pradas ha entregado a la jueza que investiga las negligencias de la DANA los whatsapps cruzados con el otrora president de la Generalitat, Carlos Mazón, y su mano derecha, jefe de Gabinete y compañero de piso, José Manuel Cuenca. De la lectura de los mensajes se desprende una verdad terrible: Mazón prefirió mantenerse en El Ventorro pese a conocer que habían fallecidos; Cuenca, por su parte, ordenó a la que fuera consellera de Emergencias que se quitase de la cabeza cualquier opción de confinamiento, pidiéndole tranquilidad y asegurándole que la opción de mantener a la gente en casa era “una barbaridad”: “Tranquila, che”, llegó a decirle el jefe de Gabinete a la máxima responsable de la tragedia a las 20.15 horas, apenas cuatro minutos después de la discusión sobre el contenido que tenía que incluir el ES-Alert remitido a la población valenciana.

Si bien la falta de atención de Mazón, que conocía que había al menos un fallecido en Utiel a las 16.28 y prefirió estar en El Ventorro, es llamativa y demuestra varias mentiras del expresident en sus intervenciones durante las comisiones de la DANA que han tenido lugar tanto en Les Corts Valencianes como en el Congreso de los Diputados, mucho más prolífica e igualmente demoledora es la conversación mantenida por Pradas con José Manuel Cuenca, mano derecha del que fuera líder del Consell.

Pese a que en el momento en el que se cruzaron estos whatsapps la dimensión de la tragedia aún era desconocida, los mensajes evidencian un descontrol evidente y la decisión cerrada del equipo más cercano de Mazón de no confinar a la población. Para Cuenca, tomar esta determinación, que hubiese podido salvar vidas si se hubiese hecho con la antelación suficiente, “era una barbaridad”.

“Salo, de confinar nada. Calma”, escribe Cuenca a su interlocutora a las 19. 54 -casi tres horas después de que Pradas le informara de la situación en Utiel-. “Está la cosa muy, muy mal”, advierte rápidamente Pradas. “Ya mujer. Pero confinar una provincia es una barbaridad. Una cosa es zonificar (…) Pero no toda la provincia”, insiste Cuenca, que, para rematar, a las 20.08, insiste en que “para confinar hace falta un estado de alarma y eso lo decreta la chica que tienes al lado”, en referencia a la delegada del Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé.

“Confinamiento podemos decretar por ley de emergencias”, le recuerda Pradas Cuenca a las 20.15, cuatro minutos después del envío del ES-Alert. “Ya llega el presi”, tranquiliza Cuenca. “Quítate eso (en referencia al confinamiento) de la cabeza”, prosigue. “Tranquila, che”.

“Cojonudo”: la respuesta de Mazón a las primeras advertencias de la DANA

Desde la mañana, Pradas mantenía informado a Mazón sobre el empeoramiento del temporal, mencionando fenómenos costeros, alertas activadas y varios rescates en marcha. Cuando le advirtió que “preocupa” el barranco del Poyo, Mazón respondió lacónicamente: “Cojonudo”. A mediodía, la consellera también trasladó que en una residencia de Carlet dos pabellones se habían inundado y los residentes estaban siendo realojados, además de alertar sobre la situación en la Ribera Alta y el refuerzo del operativo de emergencias.

A partir de las 14.00 horas, Pradas avisó de que “la cosa se complica en Utiel”, mensaje que ya no obtuvo respuesta de Mazón, quien poco después acudió a una comida en el restaurante El Ventorro, donde permaneció hasta alrededor de las 19.00. Mientras tanto, los mensajes incorporados al sumario muestran que, desde media tarde, la consellera reportaba directamente al jefe de gabinete de Mazón, José Manuel Cuenca, la gravedad de la situación en la provincia de Valencia. Antes incluso de iniciarse la reunión del Cecopi, Pradas informaba de un fallecido en Utiel y del riesgo de nuevos desbordamientos.

Durante toda la tarde, Cuenca insistió en que Pradas mantuviera “calma” y rechazó de forma reiterada la posibilidad de decretar un confinamiento general. Según los mensajes, la consellera planteó varias veces medidas amplias de protección, pero el jefe de gabinete le recordó que confinar una provincia requería un estado de alarma, competencia del Gobierno central, y que cualquier restricción debía limitarse a comarcas concretas. Pradas, sin embargo, insistía en que la Ley de Emergencias permitiría adoptar medidas y advertía de desbordamientos “por toda la provincia”. A las 20.11, el Centro de Emergencias envió un Es-Alert a todos los móviles de la provincia de Valencia.

Cuatro minutos después de ese aviso masivo, Pradas volvió a plantear el confinamiento, y Cuenca le respondió con contundencia: “Quítate eso de la cabeza por favor”. Tras una breve conversación telefónica de la consellera con Mazón, ésta comunicó que finalmente se optaría por “aconsejar” medidas de protección solo en las zonas más afectadas. La exconsellera entregó voluntariamente todos estos mensajes a la jueza instructora después de mencionarlos públicamente en Salvados. La investigación judicial sigue abierta y afecta a Pradas y a su exnúmero dos, Emilio Argüeso, mientras la causa examina cómo se gestionó una tragedia que dejó 230 fallecidos y graves daños materiales.

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