Pedro Sánchez pasó este lunes por El Hormiguero donde afirmó a Pablo Motos que no se fiaba de Pablo Iglesias. Parafraseando a su abuelo, el líder socialista dijo que “uno no se puede fiar de aquel que reniega de sus raíces” en referencia a la ideología cambiante del líder de Podemos, que en las últimas semanas se ha definido como socialdemócrata.

Sobre los pactos electorales, Sánchez no se ha querido mojar con quién se pondrá de acuerdo su partido, limitándose a decir que "los españoles van a ver en el PSOE la única garantía de si habrá cambio. El 26-J, el que gane no gobernará sólo, esto significa que good bye señor Rajoy".

Lo que sí aseguró es que su partido no apoyará “ningún gobierno que apoye la fragmentación de la soberanía nacional ni que cuestión la independencia de los jueces, los fiscales y la policía”, en referencia nuevamente a la formación morada.

Momentos de la campaña

Sánchez también comentó diversos momentos de esta campaña electoral que ya está en su última semana. Sobre el debate a cuatro, dice que Rajoy lo aceptó y no el de “a dos” porque fue “un cruce de monólogos, no un debate”.

También se ha defendido de las críticas que le han tachado de racista por limpiarse las manos en lo que ha definido como un vídeo “manipulado” y revelando que el único de los candidatos que le ha mandado un mensaje para solidarizarse ha sido Albert Rivera.

De fiesta con Susana Díaz

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez también participó en diferentes juegos durante el programa. En uno de ellos tuvo que escoger con quién se iría de fiesta, para lo que eligió a la presidenta andaluza, Susana Díaz porque “me he tomado alguna cerveza con ella y tiene su punto”.

Sobre el presidente en funciones, ha dicho que le contaría sus problemas, mientras que al líder de Podemos, Pablo Iglesias, no le dejaría las llaves de su casa y al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, lo preferiría para abrir un negocio.

Con el rey Felipe VI, el líder del PSOE compartiría casa, "porque sería el piso más grande", y para hacer "puenting", optaría por la canciller alemana, Angela Merkel, para que le pusiera la cuerda porque "es una mujer para fiarse de ella".