Pedro Sánchez, ha desgranado las razones de su decisión de finalmente no dimitir de su cargo al frente del Gobierno de España en la primera entrevista que ha concedido a Televisión Española (RTVE), de la mano de los periodistas Xabier Fortes y Marta Carazo. Ha sido en el ente público donde el jefe del Ejecutivo central ha dado las pinceladas que han podido quedar en clave de duda tras su declaración institucional de esta mañana del lunes, desde la política del fango hasta lo que ha querido transmitir al referirse sobre "la regeneración pendiente de nuestra democracia". 

El groso de la entrevista concedida a TVE se ha centrado en la cuestión de la que ya vino advirtiendo Sánchez en su carta a la ciudadanía: la afección de la llamada "maquinaria del fango" con bulos y desinformación en la política y medios de comunicación durante los últimos tiempos. "La máquina del fango sitúa como enemigo al presidente del Gobierno, antes han sido otros presidentes del Gobierno, gente de la cultura que se ha significado, o periodistas que tienen una línea editorial diferente. Este debate es necesario que participen medios de comunicación, esas webs y portales lo pervierten. Incluso el poder judiciail, estas denuncias falsas contribuyen a minar la credibilidad de una institución tan básica como lo es el poder judicial". 

"Tenemos enfrente a partidos, pseudomedios que han dado por perdida la batalla de las ideas, están en la destrucción del adversario. Aquí no hay crispación, hay agresión; no sólo a los políticos, también a los medios de comunicación que hacen su trabajo. [...] Tenemos que ser honestos, hablamos de un problema serio y actuar el conjunto de la sociedad, no me afecta a mí personalmente. No se puede confundir la libertad de expresión con la libertad de difamación", ha abogado Sánchez. 

En clave de regeneración democrática, el presidente del Gobierno ha garantizado que pretende "liderarla", que no "monopolizarla". Unos términos por los que ha abogado en maximizar la precaución en redes sociales y las webs financiadas por la derecha con el fin de difundir estos bulos y desinformación. En este punto, ha reiterado la necesidad de aplicar puntos clave como la transversalidad, evitar la confrontación y aplicar universalmente un marco en común que "beneficiará a todos, medios de comunicación y política para la convivencia". 

Momentos clave de inflexión: el Comité Federal y el respaldo en Ferraz

"Llevo 10 años al frente del PSOE y más de cinco al frente del Ejecutivo sin parar, con distintas elecciones, pandemias y guerras. En paralelo, he venido sufriendo, y mi familia, y otros políticos y periodistas, es un acoso, campaña de difamación hacia mi persona y mi entorno", ha comenzado esgrimiendo Sánchez, que ha reconocido que la denuncia del pseudosindicato Manos Limpias fue "la gota que colmó el vaso". "Estos cinco días han sido muy gratificantes desde lo personal, he logrado recibir muchos mensajes de apoyo y empatía [...] Hay mucha ciudadanía que ha dicho basta, de no seguir con la maquinaria del fango. Han sido cinco días que no olvidaré", ha añadido.

Un Sánchez que, entre otras cosas, ha revelado que fue su mujer la primera que le pidió que no dimitiera: "He meditado mucho esa decisión. Frente a lo que se ha dicho en medios de comunicación, mi mujer, después de conocer la carta, ella fue la primera que me dijo que no dimitiera, pero tenía que hacer esa reflexión íntima". "Estaba buscando la respuesta de la ciudadanía, si compartían conmigo el poner fin a la deriva del debate público y hacer algo para revertirlo", ha continuado señalado el dirigente socialista. "Las movilizaciones han servido para abrir un debate necesario. Qué hacer ante la mentira, la crispación, la insidia y difamación y perversión del debate público. Estos cinco días no los necesitaba solo yo, sino también la ciudadanía. Es un debate que ha entrado en los hogares", ha subrayado.

"He hablado mucho estos cinco días con mi familia, sobre todo he reflexionado en la intimidad conmigo mismo. He compartido con mi mujer las vivencias y el acoso que hemos sufrido, mi pareja ha sufrido acoso desde que fui nombrado secretario general del PSOE. Para mí, el momento clave fue la madrugada del sábado, después del Comité Federal y después de la movilización masiva en Ferraz, y escritos y actos en favor de proteger la democracia. Este no es un tema que me afecte a mí personalmente, sino a la democracia, a la convivencia de la ciudadanía", ha insistido.

Sánchez lamenta que la persecución podrúia "redoblarse"

En señal de autocrítica, Sánchez sí que ha reconocido en más de una puntualización durante la entrevista el no haber actuado antes ante esta situación, la cual ha tildado de uno de los "problemas de las democracias actuales". "Esto es un punto y aparte, lo que significa dejar el insulto y, desde el punto de vista de los medios, el rechazo a los bulos que ensucian el debate público. Cuando va al Parlamento, solo hay insultos, sin argumentos, explicaciones sin basarse en la ciencia", ha proseguido en clave de queja. 

En este punto, y habiendo hecho balance de las críticas recibidas por la oposición tras su declaración institucional, ha augurado en señal negativa de que "esta persecución y acoso se va a redoblar, no van a parar". No obstante, ha abogado por ese halo de esperanza que se avista al final del túnel: "Pero hay una forma de hacer política en la que se han abandonado las soluciones y propuestas y sólo queda la destrucción. La máquina del fango pretende situarme como el enemigo público número uno", ha sentenciado.

En el marco del escenario judicial que ha rodeado en los últimos días a su mujer, Sánchez, además de reiterar la denuncia falsa en la que se sustentó Manos Limpias, ha asegurado que este conjunto de hechos que le llevaron a escribir la carta a la ciudadanía y, finalmente, no dimitir, "probará" que existe una "oposición destructiva que no da la batalla de las ideas y propuestas", la que "trata de imponer una agenda regresiva y cultivar la desafección". Ante este respecto, el presidente también ha querido reiterar que un acoso de este calado también lo sufrieron gobernantes socialistas como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero en sus respectivas épocas: "La diferencia es que hoy los instrumentos para destruir al adversario político, demonizarlo y justificar cualquiero tipo de acción es absolutamente mayor: redes sociales, inteligencia artificial y bulos", ha reiterado.

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