¿Tiene la sensación de que cada vez que enciende la televisión, ya sea por la mañana, por la tarde o por la noche, aparece un candidato a las elecciones del 26J?

Después de bailar o montarse en un globo, participar en un rally, ser entrevistados por niños, por familias, jugar al ping- pong, al futbolín, al baloncesto, después de preparar desayunos y zumos, de estar ‘en tu casa o en la mía dos días y una noche’ e, incluso, de reconocer gustos sexuales y jugar con dados, ¿hasta dónde van a llegar nuestros políticos?

David Redoli, presidente de ACOP, Asociación de Comunicación Política, no cree que haya una sobreexposición de los candidatos en televisión y para explicarlo recurre a un símil religioso. “Eso sería como decir que un cura tiene una presencia excesiva en misa. Hay una ‘litugia’ estructurada para brillar más que los adversarios”, ha explicado en declaraciones a ELPLURAL.COM.

Lo que ocurre, según Redoli, es que la percepción es distinta ya que ahora “la saturación informativa es de cuatro candidatos, no de dos”. A esto, hay que sumarle que “existen más opciones en el tablero”, aquellos que compiten para llegar a ocupar La Moncloa pueden escoger entre más programas que reclaman su asistencia con diferentes y novedosos formatos. La entrevista encorsetada y puramente informativa quedó en el pasado.

“Ahora vemos a los políticos en programas televisivos que antes estaban reservados al entretenimiento. Esto ocurre porque son los profesionales de los medios de comunicación los que lo han pedido” y no a la inversa. Y claro, “si un candidato va, por ejemplo, a El Hormiguero pues tienen que ir todos”.

Un debate ya superado en el extranjero

El catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad Rey Juan Carlos, José Miguel Contreras, el debate de la posible sobreexposición de los políticos o el de si los candidatos deben o no usar los formatos de entretenimiento para llegar a la ciudadanía, está más que superado. El problema, como en muchos otros asuntos, es que evolucionamos a otro ritmo.

“En España el problema que hemos tenido es que, tanto el desarrollo de la vida política como el de los medios de comunicación se ha visto retrasado”. “Hay que entender que hemos tardado muchos años, demasiados, en normalizar el uso de los medios en las campañas”, ha explicado Contreras a ELPLURAL.COM.

La realidad es que “todo este debate de la política espectáculo es un debate de los años 60 en el resto del mundo. En Estados Unidos, Francia o Inglaterra es lo normal” pero hay que tener en cuenta que, en esos tiempo, en este país estábamos a otros temas.

Eso sí, Contreras cree que estamos asistiendo a “una transformación absoluta del panorama político con la llegada de nuevos dirigentes políticos y portavoces nacidos en una época en la que se entiende de otra forma la comunicación política”. En definitiva: han cambiado los políticos, los medios, los formatos y los votantes.

“Los partidos políticos han tardado mucho en entender que nuestro modelo y nuestro país vivía un desajuste con respecto a las campañas de otros países”, sentencia.

Un lenguaje nuevo para nuevas épocas

Es aquí donde se abre otro debate. Con estas nuevas prácticas ¿se está banalizando la política y sus mensajes? Contreras defiende que lo que se está haciendo es extender la política entre la sociedad, conseguir que mucha más gente pueda entender lo que se quiere decir, lo que se propone y sentirse partícipes.

Al convertirse la comunicación política en televisiva, “se ha democratizado”. “Sorprendentemente, ahora, la gente habla de política en las calles, con sus familias. Antes esto era casi prohibitivo por ser temas inaccesibles”.

Pero todo tiene su parte negativa y en este caso es la simplificación del lenguaje político y sus mensajes. “La parte del marketing, las frases espectaculares han bajado mucho el nivel del debate político, pero a cambio lo han extendido”. Una doble vertiente que hay que sopesar y decidir si compensa.

Contreras lo tiene claro: “Yo no rechazo hablar en latín y creo que está muy bien que se conozca, pero creo que hay que hablar en el idioma de hoy que es este”.

Redes Sociales

Pero la televisión, no es el único foco en el que los políticos tiene que desplegar sus fuerzas. Redoli manda un aviso para navegantes: no pueden descuidar los cuatro “grandes canales” de comunicación: radio, televisión, prensa e internet. De hacerlo, sería “un suicidio” ya que cada canal tiene audiencias distintas.

En este sentido el presidente de ACOP cree que los dos partidos más nuevos, como Podemos y Ciudadanos, “han demostrado su magisterio” en entender la lógica de las comunicaciones y han sido “más osados y más audaces, también porque les tocaba”. Dos partidos que han demostrado, aunque mayormente Podemos, que con la fuerza de las redes sociales se puede conseguir mucho.

 “Creo que Ciudadanos y Podemos han sido conscientes de que las redes absorben a la radio y la televisión porque la gente joven ve la televisión en las tabletas y escucha la radio en el smartophone”.