UGT ha reaccionado al dato confirmado del IPC que, como mostraban las previsiones, se sitúa en el 10,2%. Ante esta situación, el sindicato ha señalado que es necesario una subida de los salarios, con una cláusula de revisión salarial que tenga en cuenta la inflación, y el control y redistribución de los beneficios extraordinarios generados por las empresas en situación de crisis.

“Los salarios necesitan crecer y se deben incluir cláusulas de revisión salarial en todos los convenios para evitar la pérdida de poder adquisitivo de las personas trabajadoras. UGT mantiene que hay que seguir protegiendo a las rentas más desfavorecidas y atajar el aumento excesivo de los márgenes de las empresas de los sectores energéticos y de otros que están aprovechando la situación para especular y elevar sus beneficios”, asegura el sindicato.

Conocidos los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), UGT ha afeado que los salarios solo hayan subido un 2,45%, en comparación con la subida del 10,2% del IPC. “La consecuencia inmediata para los trabajadores del país es una fuerte reducción de su capacidad adquisitiva que les empobrece”, destaca la organización sindical. Para combatir esto, han solicitado también “incrementar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), cuyas recientes subidas han logrado una mejora de las condiciones de vida de aquellas personas trabajadoras con rentas más bajas”.

En la línea de sus reivindicaciones, desde UGT han celebrado las medidas sociales anunciadas por el presidente del Gobierno en el Debate del Estado de la Nación. “Van en la buena dirección para combatir con mayor eficacia los efectos que está teniendo en la economía española la guerra en Ucrania, en especial la introducción, por fin, de impuestos a los beneficios extraordinarios de las eléctricas y la banca, la extensión de la ayuda a los abonos de Renfe hasta el 100% de su importe y el aumento en 100 euros mensuales de las becas”.

No obstante, han recordado al Gobierno que “aún debe vigilar de manera más contundente el comportamiento especulativo de otros sectores responsables de la espiral inflacionista, impulsando mayor competencia, fijando precios máximos y estableciendo sanciones disuasorias para los especuladores”. El sindicato ha concluido con un mensaje destinado a la CEOE y al Gobierno, relativo al “bloqueo de la patronal en el diálogo social para repartir esfuerzos ante la crisis, el Gobierno puede y debe ser más incisivo. UGT viene advirtiéndolo: o salarios o conflicto”.

Joaquín Pérez, secretario general de la Unión Sindical Obrera (USO), coincide con las demandas de UGT y ha señalado que "puede haber algunas empresas que lo estén pasando peor, pero no es la tónica general. En un contexto de ganancias históricas para la gran empresa, los salarios deben subir en consonancia a dichos beneficios y al IPC. Y esto acabará repercutiendo en el conjunto de la macroeconomía y el bienestar de las familias, sin importar el sector. La contracción, con un 10% menos de capacidad de consumo, es un nuevo suicidio económico y, sobre todo, social”.