Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), se ha posicionado en contra de las medidas sociales anunciadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El líder de los empresarios ha tildado de injustas las propuestas del Gobierno, que gravarán con un impuesto a las grandes eléctricas y la banca, a pesar de los grandes beneficios extraordinarios obtenidos por estas compañías y que han quedado constatados por las cuentas anuales de resultados. Ante estas medidas, el presidente de la CEOE amenaza al presidente y los trabajadores: “Con estas medidas el Pacto de Rentas se pone muy complicado”.

Así lo ha asegurado en declaraciones al periódico El Mundo, donde señalaba que “el presidente del Gobierno es terriblemente injusto al culpabilizar a las empresas de este país sobre lo que está pasando en España después de cómo han apoyado, por ejemplo, al Estado durante la pandemia”. Además, ha acusado al Gobierno de propiciar la caída en bolsa de las grandes empresas, tras anunciar un impuesto destinado a redistribuir la riqueza que han generado las grandes compañías energéticas y los bancos durante la crisis derivada de la pandemia y la guerra.

En contra de los impuestos anunciados

Genera desconfianza en el país, no hay más que ver lo que ha ocurrido en Bolsa […] Estamos hablando de miles de millones de euros de pérdidas en bolsa de los inversores cada vez que se toma una decisión de este tipo por parte del Gobierno, cuando lo que el país necesita es seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad de la norma”, sentenciaba Garamendi.

El líder empresarial se ha mostrado firmemente contrario a los nuevos impuestos anunciados, tanto al de las grandes energéticas, gasistas y petroleras como al de la banca, y ha asegurado que estos impuestos a los beneficios extraordinarios afectan a “pequeños inversores”, de los que ha destacado que “son españoles”.

Comunicado de CEOE y Cepyme

Ambas patronales han recogido su opinión en un comunicado tras el anuncio de Sánchez de la creación de dos impuestos temporales a la banca y a las grandes energéticas para recaudar 7.000 millones. "Las empresas españolas queremos recalcar que alcanzar acuerdos significa antes de todo escuchar y considerar la situación de todas las partes", han incidido las organizaciones, que han asegurado que el Gobierno ha preferido adoptar medidas "de manera unilateral y después buscar un pacto, en el que, por otra parte, deberían participar también los grupos políticos".

"Queremos ser parte de la solución y no que se nos considere como un problema", han apostillado las organizaciones, han agregado. Además, aseguran que en un escenario de subida de tipos de interés, la creación de nuevos tributos supone "una barrera añadida para las empresas españolas en el ansiado camino hacia la recuperación".